Hoy se eligen los primeros alcaldes democráticos en 46 años

A partir de hoy, cerca de 2.000 municipios, donde residen veinte millones de españoles, serán regidos por alcaldes de izquierda o de partidos nacionalistas, comprendidos en el pacto progresista que firmaron ayer en Madrid el socialista Alfonso Guerra y el comunista Santiago Carrillo, como culminación de las negociaciones establecidas entre ambas fuerzas de izquierda, tras las elecciones del 3 de abril. A las once de esta mañana se producirá la votación para alcaldes en la mayor parte de los municipios españoles y de ella saldrán los primeros alcaldes democráticos de España desde el año 1933. La única incógnita de importancia es el destino final de la alcaldía de Sevilla, aún en disputa.

El acuerdo municipal PSOE-PCE compromete a ambos partidos a trabajar conjuntamente por la democratización plena de los ayuntamientos, por una gestión eficaz y honrada y por una mejora de las condiciones de vida en pueblos y ciudades. El documento presentado ayer, después de diez días de intensas negociaciones, anuncia que los concejales socialistas y comunistas apoyarán en la votación para la alcaldía al cabeza de la lista más votada de entre los dos partidos, salvo en algunos municipios, en los que la presencia de candidaturas nacionalistas e independientes ha determinado la suscripción de pactos a nivel local.Alfonso Guerra y Santiago Carrillo afirmaron durante la conferencia de prensa que se celebró tras la firma del acuerdo que el pacto PSOE-PCE no supone la resurrección del Frente Popular de los años treinta y sí un compromiso de demo cratizar la vida municipal, tal como desean las personas que han apoyado las opciones de estos partidos en las pasadas elecciones municipales.

Los dos dirigentes coincidieron también en señalar que se ha abierto una nueva etapa en las relaciones entre comunistas y socialistas que conllevará una intensa cooperación en todo lo concerniente a la elaboración de leyes que afecten a la vida local.

El acuerdo entre comunistas y socialistas, junto con los pactos efectuados por estas dos fuerzas con coaliciones y partidos de carácter nacionalista, ha determinado una sustancial presencia de las fuerzas progresistas en la vida local española. Particularmente destacable resulta que en el País Vasco y en ciudades comoBilbao, Pamplona, La Coruña, Las Palmas y, posiblemente, Sevilla vayan a salir alcaldes nacionalistas, al tiempo que socialistas y comunistas controlarán los ayuntamientos de ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia y Zaragoza.

A su vez, el partido gubernamental, que había presentado candidaturas en unos 6.000 municipios, se ha asegurado el control de la mayoría de las diputaciones españolas y las alcaldías, de una veintena de capitales de provincia.

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