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Tensiones internas en el Partido Nacionalista Vasco

La decisión del tribunal supremo de justicia del Partido Nacionalista Vasco (PNV) de inhabilitar por dos años a Juan Beitia, ex secretario general del sindicato ELA-STV (a) y miembro de la junta municipal de Lejona (Vizcaya) del partido, como responsable -que no autorde dos artículos aparecidos en el órgano de prensa de la citada central obrera ha provocado una fuerte controversia en el seno del PNV.Fuentes cercanas al partido consideran que este hecho no es casual y viene a significar algo así como el inicio de una «guerra abierta» entre el sector más integrista y radicalmente nacionalista -en el que Juan Beitia es elemento destacado- y lo que puede considerarse como el sector más liberal y progresista, encabezado por la mayoría de los parlamentarios y un buen número de dirigentes, entre los que Xabier Arzallus aparece como uno de los principales «cerebros». Este sector parece que nació para contrarrestar el ascenso a la dirección del partido en Vizcaya de un buen número de personas consideradas como integristas y otras procedentes del síndicato ELA-STV (a) -rama escindida del auténtico ELA-STV-, a los que se ha conocido popularmente como «eladios». Entre ellos destaca el nombre de Juan Beitia, creador del citado sindicato, al que las demás centrales calificaron siempre como «amarillo», por considerarlo ligado a intereses capitalistas (el industrial vizcaírio Olarra apareció públicamente como uno de los «benefactores» del sindicato).

El primer enfrentamiento entre ambos sectores salió a la luz pública varias fechas antes de la celebración de las elecciones para renovar el Bizkai Buru Batzar (comité regional de Vizcaya). A través de informaciones deliberadamente filtradas por elementos del sector integrista a la prensa de Bilbao, se hacía pública una denuncia a los parlamentarios vascos, a los que se acusaba de una actuación «despegada e independiente» de la dirección del partido y de querer imponer, de forma antidemocrática, una lista de personas afines a sus planteamientos en las elecciones para renovar el Bizkai Buru Batzar. La lista en cuestión estaba avalada por los parlamentarios Xabier Arzallus, Iñigo Aguirre, Josu Elorriaga, Kepa Sodupe, Michel Unzueta y Marcos Vizcaya, el consejero del CGV Juan José Pujana y Luis Arredondo y José Elorriaga, miembros del tribunal de justicia del partido. Se consideró entonces que este grupo de personas constituía la «plana mayor» del sector liberal.

En las elecciones del Bizkai Buru Batzar, sin embargo, sólo cuatro de los nombres de la citada lista salieron en el nuevo comité regional de Vizcaya, en el que el sector integrista copó prácticamente el resto de los puestos, situando de forma destacada a José Arenaza, representante del sector más intransigente del nacionalismo sabiniano, a Andoni Olavarri, economista, y a Antón Ormaza, que resultaría elegido presidente del organismo regional.

El segundo enfrentamiento serio, según las citadas fuentes del PNV, se produjo cuando, en el momento de confeccionar las listas de diputados para el Congreso por Vizcaya, el sector integrísta se opuso a que apareciera en ellas el hasta entonces parlamentario Kepa Sodupe, a quien integristas y «eladios» consideraban como un elemento «socialdemócrata». A través de Ormaza, presidente del Bizkai Buru Batzar, los «eladios» consiguieron colocar en la lista, detrás de Iñigo Aguirre -a quien correspondió el primer lugar-, a Juan Beitia, Jon Arrieta y Sabin Ipiña, elementos del equipo de Beitia. El «plante» de un buen número de parlamentarios de la anterior legislatura -entre ellos Arzallus- amenazando con no presentarse a la reelección de sus cargos en el Parlamento, si esa lista iba adelante, echó por tierra la operación, contentándose el sector integrista y los «eladios» con eliminar a Kepa Sodupe de la misma.

El 6 de abril, el tribunal supremo del PNV, ante las denuncias de militantes del partido, decidió sancionar a Juan Beitia con inhabilitación por dos años para desempeñar cualquier cargo en el partido. Se le acusaba de ser el responsable -como director de Landeya órgano de prensa de ELA-STV- de un artículo en el que se criticaba la decisión del Tribunal Supremo de inhibirse en el caso de una denuncia presentada por 180 afiliados de ELA-STV (A) contra Manuel Robles Aranguiz, presidente del auténtico ELA-STV, quien, en unas declaraciones, al referirse al sindicato ELA-STV (A), había hablado de «Juan Beitia y sus compinches», a los que llegó a calificar de «elementos del Opus». Ante esta inhibición del tribunal, Landeya hizo público un artículo titulado Aunque sea un mentiroso: los tribunales del PNV apoyan a Robles Aranguiz.

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