UGT y CCOO, preocupadas por la composición del Gabinete
Los secretarios generales de Comisiones Obreras y Unión General de Trabajadores realizaron ayer a EL PAIS sendas declaraciones, en las que se trasluce la preocupación creada en sus respectivas centrales por la composición del nuevo Gabinete.Marcelino Camacho, secretario general de Comisiones Obreras.
Yo creo que nuestro país ha cambiado un burro ciego por un burro tuerto. Al Gobiemo que teníamos cuando Suárez autodimitió y convocó elecciones le faltaban algunos parlamentarios y un acuerdo con las fuerzas progresistas; al que le ha sucedido siguen faltándole algunos parlamentarios y está más enfrentado aún con las fuerzas progresistas, y con la hipoteca de que grandes empresas y bancos han intervenido en la financiación de su campaña.
Para ver las dificultades con que se encuentra el presidente no hay más que ver la génesis y solución de la crisis: cambio de listas cada diez minutos y falta de un programa. Ya Ferrer Salat y Rafael Termes han dicho que se necesita la flexibilidad de plantillas; decir esto en un país con un millón y medio de parados es mentar la soga en casa del ahorcado.
Está claro que si persisten en pagar la factura de los que les han ayudado, no sólo este Gobierno está tuerto, sino que va a chocar de inmediato con los trabajadores. Hablan de reducir la inflación, y estamos de acuerdo; pero esto exige un plan de solidaridad nacional, es decir, acuerdos en profundidad, y no un Gobierno monocolor con esta política. Nosotros vamos a reforzar la unidad de acción con UGT y las demás centrales y vamos a poner a punto la Confederación para hacer frente a nuestras responsabilidades.
Nicolás Redondo, secretario general de UGT. La composición del Gobierno es la demostración del giro profundo a la derecha que ya se preveía. En este Gabinete hay una representación más acusada de los intereses de la banca y de ciertas instituciones que se han caracterizado por su sentido regresivo, como es el Opus Dei. En este sentido, vemos por parte de este Gobierno una inclinación apasionada en contra de la administración por las fuerzas de izquierda de determinados municipios, lo que puede llevar a enfrentamientos.
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