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"La reforma sanitaria empieza por saber dónde le duele al municipio

Mariano Gamo, tercero en la lista de candidatos a concejal del Ayuntamiento madrileño por parte de ORT, y Charo López Quesada, del Comité Central del PTE, presidieron ayer una «charla-debate-mitin», en la facultad de Medicina de la Autónoma, a la que asistieron unos treinta estudiantes.Mariano Gamo, sacerdote y trabajador sanitario, aludió, en primer lugar, «a la alternativa ORT-PTE, en competencias sanitarias municipales. Estas serían: actuación como policía de la salud y de la enfermedad de los madrileños, ya que en una ciudad de estas características se producen enfermedades, si no epidémicas, sí endémicas, propias de determinadas capas sociales o zonas urbanas etcétera; garantizador de la calidad del agua que abastece la ciudad y en actual riesgo de contaminación en la higiene atmosférica, y, ya que Madrid acusa en el origen de su contaminación la producida por las calefacciones, abordar un plan de uso de la energía solar; evitar los ruidos; transformar los residuos sólidos en energía, abonos u otros derivados, ya que se producen 3.000 toneladas diarias de basura, y terminar la infraestructura sanitaria de la ciudad: alcantarillado, pavimentación, desratización (hay más ratas que habitantes en el subsuelo), higiene en transportes y lugares públicos; control de calidad de alimentos y establecer índices municipales epidemiológicos (en mortalidad infantil y accidentes de trabajo estamos a la cabeza de Europa)».

Charo López Quesada planteó el tema en su relación estatal-municipal. El Ayuntamiento debe tener capacidad ejecutiva y medios para solucionar los problemas. A nivel del Estado, y dentro del Ministerio de Sanidad, nosotros entendemos que debería existir un servicio de salud pública que se ocupara desde la medicina preventiva a la planificación familiar, con un control de todos los centros sanitarios ahora dispersos en distintas competencias.

Este proyecto pasaría, según Charo López, por un reparto de los recursos económicos desde el Ministerio de Sanidad a las distintas nacionalidades y regiones, revertidoras en los municipios, que, anualmente, plantearían sus necesidades. «Desde cada ayuntamiento habría que averiguar dónde le duele al municipio, como se trata de saber dónde le duele a un enfermo, para actuar preventivamente. Para ello es preciso implantar un registro estadístico en cada localidad, que, si hasta ahora no se ha hecho, no es porque estemos aquí en la edad de las cavernas, sino porque intencionadamente se han ocultado los datos, no se han querido obtener, para camuflar la verdad.»

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