Los socialistas se deciden a "entrar en campaña"

Una semana después del comienzo oficial de la campaña para las municipales, el PSOE ha terminado sus preparativos y va a incorporarse decididamente a la misma, después de haber concedido cierta ventaja a sus oponentes en los distintos municipios. El secretario general del partido, Felipe González, no participará activamente en la campana, y sólo intervendrá en programas de radio o TVE, salvo imprevistos que obliguen a un cambio de planes. El equipo coordinador, dirigido por Alfonso Guerra y Luis Fajardo, mantiene la idea de una descentralización de actividades, sin perjuicio de realizar orientaciones diarias para los candidatos. Además de los carteles de propaganda y del programa editados por la organización federal, cada agrupación ha preparado o está preparando material propio. Un «centro de estudios de la Administración », creado por el PSOE hace varios meses, es el autor del programa general de la campaña, los cursillos de formación a candidatos y varios documentos-guía para la elaboración de programas locales. de manera que cada ejemplar del programa general se acompañe del correspondiente folleto local.

En Madrid, a marchas forzadas

La realización de estos proyectos se ha visto retrasada en muchos lugares, y fuentes socialistas reconocen un desigual grado de cumplimiento de los diversos objetivos. En Madrid, por ejemplo, el programa local ha sido preparado a marchas forzadas para tenerlo disponible hoy, en que se efectúa el acto de presentación. La técnica del «puerta a puerta» en municipios pequeños, y la visita a los distintos barrios en los grandes, serán muy utilizadas por los candidatos. La filosofía del programa municipal del PSOE representa un regreso a los planteamientos políticos de junio de 1977, simbolizados en el eslogan «Cambiar la vida», junto con una parte programática de carácter más concreto. El programa muestra especial preocupación por la acumulación de deudas en las grandes ciudades, de forma que las soluciones están condicionadas al problema presupuestario, y se hace hincapié en que es necesario trabajar mejor con los mismos recursos. Si los socialistas ganan las elecciones, las ciudades verán convertirse sus centros urbanos en islas de peatones, que cubrirán, como mínimo, el 10% de la superficie de las ciudades superiores a 100.000 habitantes, y el 20% de las comprendidas entre 25.000 y 100.000. El programa municipal socialista está orientado a potenciar el transporte colectivo por varios métodos.Asimismo, otras promesas del programa general se refieren a la promoción de viviendas en régimen de alquiler, para romper la tendencia actual de realizar titánicos esfuerzos en la obtención de viviendas en propiedad, así como a la municipalización del suelo urbano, prioridad a la inversión en abastecimiento de agua y en el control de elementos contaminantes, establecimiento de «casas de cultura» en cada municipio, una residencia de tercera edad por cada 15.000-20.000 habitantes, y guarderías y casas-cuna cada 5.000-6.000 habitantes.