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ELECCIONES MUNICIPALES / MADRID

Los Bernabé presentan candidatos desde la ORT a FN

Los rojos de la familia Bernabé esperan que las próximas elecciones municipales les sirvan para «desquitarse de los cuarenta años de silencio forzoso transcurridos en el pueblo», Campo Real. Para lograr su objetivo de «limpiar el pueblo de caciques», tendrán que desbancar a sus competidores, sus familiares de la rama derechista. La batalla entre las dos ramas familiares -llevan años limitando sus lazos afectivos en un estricto buenos días al cruzarse por la calle- se dilucidará el 3 de abril, momento en que unos intentarán permanecer en sus posiciones de ordeno y mando, y otros procurarán «dar la vuelta a la tortilla». Escribe Andrés Manzano.

Gregorio Bernabé Muñoz, 75 años, «comunista de los de antes -de la guerra» -su carnet del partido lleva fecha de 1934, al igual que el de su mujer, Obdulia López, que se afilió en 1936-, conserva aún un andar firme y la palabra viva. Es el actual candidato a la alcaldía por el PCE. Su hijo, José Bernabé López, 55 años, figura en el cuarto lugar de la misma lista. Tres de sus sobrinos, José Bernabé de la Vela, Valentín Bernabé Sanz y Eugenio Bernabé Blanco, inclinan sus preferencias por el PSOE, y sus nombres ocupan los lugares tercero, cuarto y noveno. Todos juntos forman el tronco familiar más fuerte.En cambio, Francisco Bernabé Guerra, protegido y mano derecha de Mariano Busó, el más rico del pueblo, concurrirá a las elecciones por UCD. El neutral es José Luis Pozuelo Bernabé, que ha dicho que no se casa con nadie y va en el segundo puesto de la lista de independientes. Los que están desbancados definitivamente son Donato Bernabé Illana y Domingo Bernabé Aragonés, actualmente concejales del Ayuntamiento, que han preferido retirarse de las responsabilidades municipales y no se presentan por ninguna opción.

Rodeando a los Bernabé, los otros 63 nombres de las seis candidaturas que se enfrentarán en las elecciones municipales, están prácticamente copados por los García, Blanco, Sanz, De la Vela, Del Toro, apellidos de otras tantas familias enraizadas en Campo Real, que a través de matrimonios realizados durante generaciones ha desplazado el Bernabé al tercer y cuarto lugar de los apellidos. La mayoría son primos, tíos o sobrinos por ramas colaterales de parentesco, y también cubren todas las opciones: María del Val Sanz Blanco se presenta por ORT, Francisco Toro Blanco es independiente, Emilio Toro de la Vela, por UCD, y José Rodríguez Toro representa a la minoritaria Fuerza Nueva.

En Campo Real aún no ha comenzado la campaña electoral, que por ahora se limita a la publicación de las seis listas en el tablón de anuncios de la fachada del Ayuntamiento. Es un pueblo que vive del campo, trigo y aceituna, a unos 35 kilómetros de Madrid. El 90% de sus candidatos son campesinos, tractoristas, empleados en algún taller o en un horno de cerámica y algún que otro administrativo.

Cuando el antiguo edificio de la escuela quedó sin función que cumplir por la inauguración del nuevo el cura y el alcalde, Mariano Alonso, se lo apropiaron. Allí se proyectan películas de cine a cuarenta pesetas la entrada para los niños, y cien para los adultos, y se organizan bailes a los que acuden los jóvenes del pueblo. Jesús Alvarez es el primer candidato a la alcaldía por el Partido Socialista.

Las organizaciones económicas del pueblo son la Cámara Agraria y la Hermandad de Labradores y Ganaderos, ambas dominadas desde que se fundaron por los terratenientes, sólo medianos, que además son propietarios de las también medianas industrias. Mariano Busó es tal vez el mayor de ellos. Ha ejercido sus influencias para que el presidente de la Cámara sea Desiderio del Val, tío de la candidata de ORT, y ahora quiere que Francisco Bernabé Guerra defienda sus intereses en el Ayuntamiento.

"Nos juntamos en los entierros"

Todo esto es lo que Gregorio Bernabé, candidato del PCE, quiere eliminar. Sus posibilidades no son muchas. El PCE sacó 57 votos en las elecciones del 1 de marzo. El PSOE obtuvo 354, y UCD, 662. Los falangistas, que hace años parecía que eran todos los del pueblo, apenas si sacaron tres o cuatro votos.» Pero el más viejo de los Bernabé está contento: «La izquierda ha crecido mucho en el pueblo, después de muchos años de miedo a la Guardia Civil y todavía ahora lo hay. Yo me declaré oficialmente del partido el 15 de junio de 1977, cuando fui interventor en la mesa electoral. Jesús Alvarez lo hizo por las mismas fechas. Anteriormente, después de seis años de cárcel, al acabar la guerra, no se podía hablar de nada, y todavía hoy la palabra izquierda es mejor pronunciarla con ciertas precauciones.»La rama derechista, o mejor, no izquierdista, de la familia le interesa poco a Gregorio Bernabé: «No nos hablamos desde hace muchísimos años. No estamos enemistados, porque eso no se puede hacer en un pueblo que nunca ha pasado de los 2.000 habitantes, ahora debe tener más de 2.500. Nos saludamos por la calle, y nos reunimos, cuando fallece algún familiar común, pero poco más.»

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