Acuerdos de principio sobre la huelga en los hospitales

En la negociación que llevan a cabo el INP y las centrales sindicales con presencia en los hospitales de la Seguridad Social, para regular el derecho de huelga en las instituciones sanitarias, ayer se logró un principio desacuerdo en torno a algunos de los puntos que integran la propuesta sindical sobre la materia.En concreto, las partes negociadoras coinciden en que la huelga puede ser convocada a instancias de cualquier central sindical legalmente constituida, el comité de empresa y las secciones sindicales, o el 25% de los trabajadores del centro donde se localice el conflicto.

Asimismo, hay acuerdo en cuanto que la huelga deberá ser preavisada a los usuarios y a los enfermos cuyo ingreso esté programado. El comité de huelga lo formarán los convocantes de la misma.

Otro punto, de acuerdo hace referencia a la garantía de los usuarios, aspecto este que vendrá determinado por los titulares médicos, quienes establecerán la condición de urgente para la asistencia que sea solicitada por el enfermo.

Comisión de vigilancia y asistencia

Por otra parte, se constituye una comisión de vigilancia y determinación de los mínimos asistenciales que deberán estar garantizados durante la huelga. Esta comisión estará constituida por el comité de huelga y la junta de gobierno con asesoramiento de la junta facultativa.Este último aspecto fue debatido ayer en la asamblea celebrada en la residencia madrileña Ramón y Cajal, observándose un claro recelo por parte de los trabajadores en cuanto que «dejar en manos de la junta de gobierno -se dijo- las posibles limitaciones a la huelga es tanto como permitir que sea la patronal quien establezca la bondad o no de la huelga».

En este sentido, similares asambleas que estos días tienen lugar en otros centros hospitalarios se muestran también recelosas de la misma regulación de la huelga, por entender que, de una parte, «las. centrales no tienen representatividad para decidir en nombre de los trabajadores», y de otra, «la huelga no debe estar supeditada a ninguna regulación que coarte la espontaneidad del conflicto».