No oyó a Alan Stivell

En relación a la actuación en directo que, el pasado día 25, ofreció el inigualable folklorista bretón Alan Stivell desde el teatro Alcalá Palace de Madrid, bajo los auspicios de Radio Nacional de España, me gustaría hacer algunas apreciaciones, ya que desde Barcelona fue imposible escucharlo.En principio aplaudo y comparto estas iniciativas de RNE, que posibilitan, no sólo la actuación en «vivo» de un prestigioso músico de la talla de Alan Stivell, sino la retransmisión en directo para toda España a través de sus ondas; con lo cual el aforo del teatro se amplía a unos cuantos millones de oyentes. Esta era la idea, y como gran noticia fue anunciado el acontecimientolen el «Diario hablado de las ocho de la tarde», desde donde se nos invitaba a asistir de una forma u otra al concierto.

Pues bien, cuando a las 22.15 me dispongo a escuchar el recital, me encuentro con.que aquí, en Barcelona, RNE está retransmitiendo, también en directo, una ópera de Verdi. Sintonizo entonces en FM los programas que RNE tiene en esta modulación, y sucede que están radiando la mismísima ópera que en el primer programa.

Con cierto grado de frustración y buena dosis de desencanto, trato de conectar ansiosamente con alguna emisora que retransmita el concierto, consiguiendo ecos lejanos y confusos en unas condiciones pésimas de sonido y calidad que me llegan desde Radio Nacional de España en Madrid.

En absoluto intento polemizar sobre la primacía de uno u otro artista (con todos mis respetos para Verdi y los amantes de la ópera), pero me asaltan ciertas dudas en tomo a la coordinación que existe entre las distintas emisoras de RNE y, sobre todo, a la pésima e irracional programación de RN de España en Barcelona la noche del día 25 de enero. Perfectamente podían haber retransmitido por un programa a Verdi, y por el otro a Alan Stivell, máxime siendo este su único concierto en España, y encima promovido por RNE con la feliz idea de que Regase allí donde llegan sus ondas.

Pues no llegaron aquí a Barcelona, al menos tal y como llegan los demás programas. Quiero creer que el lapsus se debe a un «fallo» de quien corresponda, y no a incompatibilidades de «autonomía de megaciclos».

Y como de sabios es rectificar, no estaría nada mal que esa segunda parte del recital que RNE piensa ofrecer en diferido dentro del programa «Para vosotros, jóvenes» se trocase en la emisión de todo el recital. Apuesto que los afortunados que ya oyeron a Stivell por primera vez no lamentarían oírlo por segunda.