Cine bélico
TVE ha emitido en lo que va de año 54 largometrajes. De estos largometrajes, 39 son de nacionalidad norte americana, salvo error u omisión, es decir, el 72%. Porcentaje que sería muy superior si se contabilizasen los telefilmes. Las siete películas emitidas esta última semana fueron todas norteamericanas.Diez de estas películas pertenecieron al género bélico, que con el western, la comedia o melodrama de Corte familiar y las aventuras, son los tres productos predilectos de los programadores. TVE programa con especial énfasis un género que estuvo en alza durante y en las postrimerías de la segunda guerra. El cine bélico norteamericano, de propaganda, tuvo su último y fracasado intento con Las boinas verdes, que pretendieron cantar las glorias de las fuerzas armadas de EEUU en Vietnam. En estos años, el cine que podría encuadrarse dentro del género, se caracteriza por todo lo contrario, el antibelicismo.
Durante estos últimos cincuenta días vimos la ocupación nazi en Francia y la lucha partisana (excepción de La clave con El tren). Las tropas inglesas estuvieron presentes en distintos períodos históricos con Tres lanceros bengalíes (producida por EEUU), en la India, Emboscada en la jungla, de Birmania, y La guerra de Murphy, contra el submarino alemán en el Orinoco. Lo demás fue programado por TVE como si se tratase de una colaboración con el Departamento de Defensa y las distintas fuerzas armadas de Estados Unidos, a cuya ayuda y asesoría recurren los productores, como consta en los títulos de crédito. Después de la farsa de una supuesta invasión soviética (¡Que vienen los rusos!) y los castigos al marine de El hombre sin patria y al reportero americano (Me tenían cubierto), que el mismo día que Hitler invadía Rusia dio exactamente la noticia contraria, la propaganda fue para las fuerzas aéreas: instructores de pilotos en La última vez que vi a Arche, el novio de Mi loco corazón, que se enrola en la aviación y muere camino de Pearl Harbour, el bautismo de fuego en Corea de Soldado o cazador y la abnegada vida de las esposas de los pilotos (a quienes está dedicado el filme) de A las de fuego, en el último sábado y en una supuesta hora de programas infantiles.
El United artists release cantó a las esposas, reposo del guerrero, que están «allí con el marido para todo lo que la necesite», recordó que la mujer del oficial ha sido feliz en tres momentos de su vida: «la luna de miel, los bailes y las cenas fuera de casa», demostró la superioridad de los B-29 y los F-80 contra los Mig del enemigo, tocó el himno triunfal de la aviación mientras llovían bombas de napalm contra los objetivos comunistas. A partir de la impertinencia, en tiempos electorales, que supone poner en boca del general, en algún lugar del Japón, aquella frase: «Y qué porvenir puede esperarle bajo el comunismo» a una mujer embarazada como aquélla y a su futuro hijo tanto fueron las aguas de los programadores al oriente asiático que TVE tenía que ser gafe: cuando terminaba Alas de fuego los teletipos daban cuenta del conflicto China-Vietnam.
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