_
_
_
_

Otro Madrid sin ideas se embarró, sobre todo, de impotencia

Al fin hubo justicia en el Bernabéu. El Madrid volvió a jugar mal, como casi siempre últimamente, pero esta vez no encontró el afortunado camino del gol. Estuvo a punto de conseguirlo en algunas ocasiones, aunque sólo por la inercia de llevar la iniciativa ante un Hércules que vino descaradamente a empatar. Su falta de ideas, sin embargo, fue otra vez lamentable; acusó las nuevas bajas de Pirri, Jensen y Del Bosque, y !e vio impotente para romper una gran defensa alicantina a la que ayudó la pesadez del campo, pero que confirmó su condición de ser la segunda menos goleada de la Liga, tras la gijonesa.El partido fue un auténtico desastre y un ejemplo más del raquítico fútbol español que entre todos hemos formado. Un marcaje severo al hombre desde el centro del campo; sólo dos delanteros, Macanás y Kustudic -incluso muchas veces éste solarnente-; unos defensas que fueron bien por alto -Baena y Giuliano, sobre todohasta acabar con dolor de cabeza, y un portero seguro para blocar la interminable série inútil de centros .sobre el área o para resolver dos ocasiones aparte, se bastaron para controlar al Madrid. El equipo blanco, que no tuvo ni la inteligencia de Del Bosque.ni lajerarquíade Pirri en el centro del campo, rayó en la impotencia del no saber qué hacer con el balón en cada ataque. En realidad fue lógico. Stieflke tiene fuerza, pero necesita un «cerebro» que le ordene o le dé seguridad. No es un líder por sí solo. San José, menos aún. Es un marcador, no un organizador, y bastante hace con llevar balones adelante. Guerini, por último, en posición casi de delantero, no abrió huecos desde atrás y sólo colaboró a embarullar.

El Madrid, una vez más, olvidó el juego por los extremos, salvo en contadas ocasiones de Juanito, al que cada vez le gusta más esconderse en el centro. Precisamente desde ahí dio su mejor pase adelantado a Guerini, que tiró demasiado cruzado, a los 36 minutos. Pero los tradicionales «pases de la muerte», casi junto a los postes, de esos, nada. La impotencia del bombeo de balones, con centros desde el medio cam po atacado, en busca de la cabeza de Santillana -o después de Roberto- fue ya la nota dominante en la segunda parte. Y para nada. Unicamente a los nueve minutos un pase adelantado de Guerini lo remató Aguilar, salvó muy bien Amador, y el siguiente tiro de Juanito lo devolvió bajo los palos el magnífico Giuliano. Media hora después, Amador paró también una media tijera de Sol. Los barullos aparte de esto se sucedieron y los córners, que llegaron a ser veinticinco, también. Pero en fútbol no se gana por córners -ni a los tres se da penalti, como los niños-, sino por goles y ojalá que estos no llegaran más que cuando se juega bien. Esto no se cumplía últimamente con el Madrid y por eso fue justo que el Hércules, modesto, pero eficaz en su papel conservador a ultranza, se llevara un punto. El Madrid necesita refuerzos. Las bajas lo han puesto claramente de manifiesto; sí un buen día se le acabase también la «garra» podría llegar el hundimiento sin remedio. El sábado debe ir al Nciu Camp y el Spórting está ya a un solo punto otra vez. Es como para no estar tranquilo.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_