El Partido Comunista soviético transmite su solidaridad al PCE

, El primer paso para la búsqueda de coexistencia entre el PCUS y el PCE se ha dado en Moscú, en víspera de las elecciones generales españolas. Se ha aprovechado el regreso de Pasionaria a Madrid, después de un mes de descanso en la capital de la Unión Soviética, para hacerle emisaria de un mensaje de solidaridad de los comunistas soviéticos a los comunistas españoles, «con deseos de éxitos en la lucha por los derechos esenciales de los trabajadores, por la continuación de la democratización del país, por la distensión y por la paz duradera».Uno de los secretarios del Comité Central del PCUS, Boris Ponomariov, ha sido el encargado de iniciar el deshielo de una situación nacida ya va para dos años, cuando Santiago Carrillo publicó su Eurocomunismo y Estado, y cuya tensión alcanzó su punto máximo en la celebración del sexagésimo aniversario de la revolución, cuando el secretario general del PCE no pudo leer su discurso en el Kremlin.

En un encuentro calificado oficialmente en Moscú como «amistoso y caluroso», la presidenta del PCE ha expresado en la entrevista con el dirigente soviético Ponomariov que «es muy importante para los trabajadores de los países capitalistas estudiar la experiencia concreta de la construcción del socialismo en la URSS».

La conversación entre Dolores Ibárruri y Ponomariov ha coincidido con la difusión de un amplio artículo elaborado por la agencia de propaganda Novosty, titulado «Los partidos comunistas: igualdad, independencia y unidad», en el cual se asegura que los partidos marxistas-leninistas mantienen su autonomía política, orgánica y su completa soberanía respecto del Partido Comunista de la Unión Soviética. «Unicamente -se dice en el artículo- el partido, que conoce las condiciones de su país, su especificidad nacional e histórica, puede elaborar una política cabal que responda a los principios marxistas y recoja las verdaderas necesidades de su clase obrera y de los trabajadores y las realidades existentes.»

Después de asegurar que el PCUS no pretende unos derechos mayores de los que tienen otros partidos comunistas, añade: «Este hecho lo reconocen hasta los líderes del movimiento comunista que critican al PCUS. En su libro Eurocomunismo y Estado, Santiago Carrillo escribió que disuelta la Internacional Comunista cambió la forma de las relaciones entre partidos, y dijo que no recordaba ningún cambio de posición, ninguna resolución política de importancia que su partido estableciera de antemano con el PCUS.»