Los partidos declaran principios de austeridad para financiar sus campañas electorales
Responsables de las finanzas de los partidos que acuden a los próximos comicios en la mayoría de los distritos electorales han coincidido en señalar que la campaña que comienza el miércoles estará presidida por la idea de promocionar programas de gobierno, algo que, a su juicio, resulta menos costoso que dar a conocer líderes, aspecto fundamental de las elecciones del 15 de junio. Por esta razón, los partidos que obtuvieron representación en las Cortes resultantes de los anteriores comicios declaran que invertirán en esta ocasión cantidades inferiores.UCD, que empleó ochocientos millones de pesetas para conseguir el acceso al Gobierno el 15-J, considera que le es suficiente el desembolso de seiscientos para permanecer en el poder; AP, que sufrió un fuerte descalabro económico en aquella ocasión, salió endeudada en más de mil millones, proyecta gastar ahora, junto con los otros partidos que integran Coalición Democrática, unos seiscientos millones. También el PCE ha decidido recortar su presupuesto: en esta ocasión desembolsará doscientos millones para promocionar sus candidaturas en las elecciones generales y en las municipales, cuando en 1977 invirtió 230 millones únicamente para tratar de conseguir representación en las Cortes. Sólo el PSOE confiesa que destinará una suma mayor que la empleada en las pasadas elecciones generales para preparar su nueva campaña, unos seiscientos millones, 120 más que lo que declara haber gastado entonces.
La mayor parte de estas cantidades procederán de créditos que librarán los bancos más importantes del país con un interés que oscila entre el 9,5 y el 10%. Dirigentes de estas entidades han comentado que los préstamos se concederán sin discriminaciones ideológicas, aunque tendrán en cuenta las posibilidades de cada fuerza política en las próximas elecciones.
Subvenciones estatales
Además de los créditos bancarios, los partidos cuentan con la cantidad que el Estado destina cada año a la financiación de las actividades de las fuerzas políticas que cuentan con representación parlamentaria. La ley Electoral, de 23 de marzo de 1977, establece a este respecto que el Estado concederá un millón de pesetas por cada escaño obtenido en el Congreso o en el Senado, 45 pesetas por cada voto obtenido para el Congreso y quince pesetas por sufragio conseguido por la persona que hubiera logrado escaño de senador. Por esta vía, UCD cobrará en breve 698 millones; PSOE, 543; PCE, 75, y AP, 55, cantidades correspondientes a la ayuda estipulada para el pasado 1978.
Ante la campana que comienza el miércoles, Unión de Centro Democrático ha solicitado créditos a todos los grandes bancos. Según uno de los responsables del partido gubernamental, el que más aportará será el Central: 150 millones, y el que menos el Herrero: once millones. El mismo interlocutor ha desmentido que UCD haya solicitado apoyo a ningún banco extranjero, al tiempo que ha precisado que la deuda de su partido con el Banco Hispano Americano no sobrepasa los cien millones. Fuentes bancarias habían indicado a EL PAÍS que el presidente de la mencionada entidad, Luis de Usera, lleva siete meses intentando entrevistarse con Adolfo Suárez para buscar una fórmula que permita a su banco recuperar setecientos millones que le debe UCD.
La CEOE ayuda a UCD
Sin embargo, fuentes solventes indicaron a EL PAÍS que los créditos para la financiación de las campañas de UCD para las generales y las municipales han sido fijados después de una reunión celebrada entre representantes del partido gubernamental y dirigentes de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE). UCD solicitó a la confederación un crédito de 3.000 millones de pesetas, 1.200 para abonar deudas y 1.800 para las campañas electorales, petición que los empresarios negociaron con los bancos más importantes del país de forma que se llegó a un acuerdo conjunto para atender al requerimiento de los centristas, si bien todavía no ha trascendido las cantidades específicas que aportarán cada una de las partes ante las peticiones de UCD
PSOE: 1.100 millones
El PSOE, por su parte, ha recurrido a los bancos Hispano, Urquijo, Central y Bilbao para conseguir créditos por valor de cuatrocientos millones, según declaró a EL PAÍS la responsable de las finanzas del partido. La misma fuente indicó que para financiar las campañas para las legislativas y para las municipales, el partido ha estipulado la cantidad de 1.100 millones de pesetas.
La campaña para las generales está previsto sufragarla con seiscientos millones de pesetas. Cuatrocientos procedentes de créditos bancarios y doscientos que se confía aporten los militantes y simpatizantes a través de diversas vías: cincuenta millones por medio de bonos, otros cincuenta procedentes de una cuota extraordinaria y el resto a través de aportaciones voluntarias y venta de posters y objetos con el emblema del partido.
El PSOE desmiente que vaya a recibir ayuda económica de los partidos socialdemócratas europeos. En este sentido, fuentes del SPD indicaron al corresponsal de EL PAÍS en Bonn que «el PSOE puede andar ya por su propio pie», aunque no descartaron posibles apoyos en cuestiones técnicas.
Dirigentes del PSOE ponen de relieve que los gastos de infraestructura serán mínimos, ya que correrán a cargo de los militantes, así como el interés de la actual ejecutiva en no llegar con un fuerte endeudamiento al congreso que celebrará el partido en mayo próximo.
PCE: sólo doscientos millones
Un presupuesto más modesto declara el PCE, ya que anuncia que con doscientos millones hará frente a las dos campañas electorales, generales y municipales. Con esta cantidad los comunistas consideran que pueden cubrir todos los preparativos ante el 1 de marzo y el 3 de abril.
El PCE contará con créditos concedidos por el Popular y el Bilbao. Ambas entidades consideran a este partido como pagador serio. Otro factor importante de financiación son los bonos que puso a la venta hace varios meses y que le han reportado 82 millones de pesetas.
La Banca March apoya a CD
Coalición Democrática, en la que se integran Alianza Popular, el Partido Demócrata Progresista y Acción Ciudadana Liberal, ha decidido invertir seiscientos millones en su campaña para las generales. De esa suma la mitad será destinada a gastos publicitarios. Los bancos que apoyan a esta coalición son la Banca March, que prestó gran apoyo a Franco durante la guerra civil, y los bancos Herrero, Santander y Banesto.
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