Sigue el implacable dominio de Ford sobre Fiat

El ataque de los dos pilotos nórdicos de Ford, el sueco Waldegaard y el finlandés Mikkola, se ha mantenido inalterable hasta el momento. Fruto del mismo, las diferencias con los hombres de Fiat han aumentado considerablemente. El potente y numeroso equipo italiano se encuentra ya a más de cinco minutos del líder Waldegaard, diferencia ya considerable y difícilmente recuperable, salvo incidentes en los coches británicos. Mikkola, que sufrió un pinchazo y se salió de la carretera, es segundo, a más de un minuto del líder.

Los técnicos del equipo Fiat-Lancia argumentan, en su defensa, que el que las carreteras estén prácticamente secas favorece a sus rivales. «Era imprevisible que con el pésimo tiempo que hacía hace sólo unos días, ahora las carreteras estén despejadas de nieve.» Pero los hombres de Fiat, entre los que figura también un numeroso plantel de franceses, deberían saber que el tiempo en esta zona de los Alpes es muy cambiante, y que, tras días de intensas nevadas puede llegar el tiempo seco o viceversa. Además, si los 260 caballos de potencia de los Ford Escort son garantía de buenas prestaciones sobre piso seco, lo mismo podría decirse de los Lancia Stratos, que, con hombres como el francés Darniche al volante, podrían -y deberían- superar a los Escort.Ante el implacable dominio de Waldegaard y Mikkola, que han ocupado las primeras posiciones en la casi totalidad de las pruebas especiales de velocidad, repartiéndose el liderato de la carrera desde su comienzo -con ventaja mayoritaria para Mikkola-, losjefes deportivos de Fiat dieron orden de atacar al máximo a algunos de sus hombres, incluso a riesgo de sufrir averías o salidas de carretera, reservando a los otros para cubrir la posible contingencia de una avería en los dos Ford de cabeza. Pero la táctica no les ha servido de nada. Primero, porque los tímidos ataques han tenido una respuesta contundente por parte de Waldegaard y MIkkola. Y, después, porque pilotos como Andruet, forzados al ataque, acaban por cometer errores llevados por su carácter impulsivo, como así ha sucedido. El tiempo recuperado en uno de los tramos de velocidad por el francés Andruet lo perdió él mismo, al salirse de la carretera, un poco más tarde.

Waldegaard y Mikkola, pues, dominan ampliamente la carrera. La ventaja del primero sobre el segundo -varía en cada prueba especial- oscila alrededor de un minuto. Nada hay decidido sobre quién de los dos, de seguir así las cosas, podría hacerse con la victoria. Un minuto es recuperable para pilotos de esta talla. Pero el resto está ya prácticamente descolgado. El primer hombre de Fiat, Alen, está a casi cinco minutos. Su auténtico éxito estriba en poder resistir en una prueba tan dura y tan larga con un problema intestinal -apendicitis-, del que parece estar recuperándose. Tras él, el alemán Rohrl, unos segundos más retrasado. Pero Andruet -también sobre Fiat 131 Abarth, como los dos anteriores- está ya a casi seis minutos. Darniche -sobre Lancia Stratos- un minuto más atrás y Nicolas (Porsche), vencedor de la pasada edición, a más de catorce.

El irlandés John Watson, primer piloto de McLaren, puede ser sáncionado por la CSI (Comisión Deportiva Internacional) por la maniobra antirreglamentaria que provocó el choque con el Ferrari de Scheckter y el posterior accidente múltiple, según ha declarado Jean Marie Balestre, presidente de la CSI.