La Federación será quien decida la presencia de extranjeros en España

Benito Castejón da marcha atrás, a la vista de la oleada de críticas que ha suscitado su «instrucción aclaratoria» relativa a la presencia de extranjeros en el fútbol español, y que incluía disparates jurídicos. Localizado ayer a cuarenta kilómetros de Madrid, explicó que sus instrucciones no son de obligado cumplimiento por parte de la Federación. En la conversación demostró desconocer la interpretación de las normas que ha firmado y que han despertado amplia polémica.

La «instrucción aclaratoria» del Consejo Superior de Deportes dada a la Federación Española de Fútbol no es, según Benito Castejón, más que una serie de consejos que el organismo que preside Pablo Porta podrá utilizar como crea más conveniente. La Federación podrá presentar el texto a la asamblea nacional, realizar enmiendas o tirarlo al cesto de los papeles. «Las federaciones ya son mayores de edad», dijo el director general del CSD.Benito Castejón jugó ayer por la tarde al golf, como casi todos los fines de semana, en una urbanización cercana a Madrid. Practica este deporte sin caddy. Es él mismo quien lleva los palos, que ayer eran los de su hermano, pues el viernes le robaron el coche donde tenía todo el instrumental deportivo. «Lo tenía en el garaje. Entraron dos hombres con navajas, amenazaron a los empleados y se llevaron el 127, M-8019-CX, que acababa de comprar.» Su mujer, que también practica con habilidad el golf, añadió: «A ver si saliendo en los penódicos nos aparece.» El coche lo tiene asegurado; los palos, no, y éstos tienen un valor de 100.000 pesetas.

Pese a este contratiempo, el humor de Benito Castejón era ayer bueno. Ni el robo de su coche ni las críticas con que se han acogido sus normas que, de ser aceptadas, impedirían la contratación de extranjeros y la práctica del fútbol en España de muchos jugadores, le han agriado el carácter: «Las normas dictadas por el Consejo Superior de Deportes no significan un ordeno y mando, pese a que la ley de 1961 me concede este poder. Son unos consejos que la Federación Española puede usar, pues tiene competencias para ello, o desestimar, pues quiero velar por la independencia de las federaciones, junto con la promoción deportiva. Por esta última razón se han dado. Para el Mundial de España, yo ya no estaré al frente del CSD. Cuando me nombraron dije que me marcharía en diciembre de 1980. Lo sigo manteniendo, si no me echan antes. Pero mi deber ahora es velar porque en el deporte español exista una verdadera promoción.»

Primer punto aclarado. El fútbol español estará cerrado a los extranjeros si la Federación o la asamblea así lo quiere. Otro aspecto que debía exponer Benito Castejón era el futuro de los jugadores que nacionalizados españoles no pueden ser utilizables por el seleccionador nacional.

El director general del CSD dijo que podían seguir jugando en España: «Igual que lo podrá hacer un hijo de emigrantes españoles en calidad de oriundo, pero sólo podrá haber uno por equipo, y podrá ser traspasado a otro equipo que no tenga el cupo.» Preguntado Benito Castejón sobre casos concretos, manifestó que no habría problema alguno hasta que un determinado jugador no encontrase equipo por el que fichar. Llegado a este extremo reconoció que tendría que abandonar España para seguir jugando al fútbol, pero no puntualizó que sólo podrían hacerlo hasta que su contrato finalizase. Hay, pues, un error de interpretación, bien en él mismo o en las normas que le dieron para firmar. En cualquier caso, el responsable de estas medidas es Benito Castejón; de sus consecuencias, la Federación Española de Fútbol, pues, deberá acogerlas si así lo quiere, y luego, refrendadas por todos los clubs en la asamblea nacional. Según explicó Benito Caslejón, él debe velar por la promoción del deporte español, y esto fue lo que quiso reflejar en las normas que «deben de leerse muy bien y muy despacio para comprender que no presentan duda para ningún caso». Pese a que para él estén muy claras, el futuro de los españoles no útiles para la selección española sigue estando en duda. Según Benito Castejón, podrán seguir jugando; según las normas, cuando acaben el contrato tendrán que marcharse.