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Tenis

Gabriel Urpi ganó la Orange Bowl

El español Gabriel Urpi ganó la Orange Bowl, torneo internacional considerado como el campeonato del mundo para tenistas juniors, menores de dieciocho años. Se impuso en el partido final al surafricano Van der Merweque, por un rotundo 6-3, 6-1. En semifinales había ganado al norteamericano Buelining, por 7-5, 6-3. Cabe recordar que otros españoles, Manuel Orantes y, más recientemente, Fernando Luna, habían vencido en el torneo.

Quizá como contrapartida de este éxito de Urpi, las perspectivas que se le presentan al deporte español de cara al próximo año con la restricción económica son ciertamente delicadas. Todas las federaciones van a necesitar autofinanciarse y el tenis no será una excepción. Con un presupuesto prácticamente similar al del año pasado -77 millones-, la Federación busca casi desesperadamente apoyos comerciales donde asentar posibles participaciones competitivas. Curiosamente, el tenis, uno de los deportes que han alcanzado una mayor cota de popularidad en nuestro país, sólo dispone de 55.000 licencias de practicantes, cifra ridícula si se compara con la de otros países.Los 77 millones que la Administración va a proporcionar al tenis es una cantidad superior sólo en tres o cuatro millones a la concedida la temporada anterior, y ello con el agravante de que en el presupuesto actual ni la Copa Davis ni la ayuda para participar en diversos torneos del Grand Prix van a contar como hasta ahora con presupuesto extraordinario. Todo entra en esa cantidad.

La Federación, pues, se lanzó con urgencia a buscar firmas comerciales que patrocinen la actividad tenística. Ya se encontró para la Copa Davis, pero el problema subsiste y se agrava para otro tipo de competiciones y sobre todo en las categorías juveniles.

Una excelente fuente de ingresos puede ser la cuota por licencias. España cuenta únicamente con 55.000 de ellas, una cifra pobre y raquítica, que sólo permite disponer de unos veinte millones más que añadir a esos 77 apuntados. Resulta curioso, por otra parte, el hecho de que en realidad son casi 750.000 los socios de diferentes clubs tenísticos.

A partir de primeros de enero, se espera un salto importante en el número de licencias y su consiguiente ascensión económica. puesto que serán obligatorias para todos aquellos que deseen practicar el tenis. Esta medida ya existe en otros países.

La República Federal de Alemania cuenta nada menos que con un millón de licencias, y dispone para este deporte de cuatrocientos millones de pesetas, y esto teniendo en cuenta que se trata de un país sin ningún relieve tenístico. Gran Bretaña dispone de más de doscientos millones, 125 de los cuales provienen también de las licencias, y Francia cuenta con más de 250 millones.

Evidentemente, España no sale muy bien parada con sus casi 97 millones. Pero los datos son todavía más negativos si se habla del promedio de licencias por habitante. España, según datos de la revista Tennis de France, ocupa el puesto décimo europeo en este apartado, con un promedio de una licencia por cada 650 habitantes, y figura por detrás de países de tan «alto nivel» como Luxemburgo -octava, una licencia por cada 360-, Dinamarca -cuarta, una por cada 158-, Austria -tercera, una por cada 135-, o la propia Alemania -primera, con una por cada 106.

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