Suárez abrirá un periodo de consultas antes de tomar una decisión

El presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, fue recibido ayer en audiencia por el rey don Juan Carlos en la residencia real del palacio de La Zarzuela. Aunque nada se ha informado oficialmente sobre el contenido del despacho, medios bien informados de UCD consideran muy significativa esta entrevista, que se produce en los momentos inmediatamente anteriores a la toma de una decisión definitiva por parte del presidente sobre si pedirá la investidura o convocará elecciones, aunque la impresión ayer seguía siendo que optará por esta última.

La entrevista con el Rey ocupó prácticamente desde primeras horas de la mañana, en que el presidente salió de la Moncloa, hasta las dos de la tarde, hora en que abandonó La Zarzuela. Tras la audiencia, el señor Suárez volvió a su despacho. El presidente aplazó ayer las audiencias que normalmente concede los martes, y que ya no se celebrarán hasta después de Navidad. Ello avala la idea de que Adolfo Suárez dedicará los próximos días casi por entero al tema de la decisión del calendario político.La audiencia del Rey puede significar, según medios competentes, el comienzo de un intenso período de consultas, antes de tomar definitivamente su decisión. En este sentido, el comité ejecutivo de UCD, que llevaba una larga etapa sin reunirse, celebrará una sesión con el presidente en días inmediatos. La reunión, que en todo caso precedería a la publicación de la decisión de Suárez, podría producirse en principio el próximo viernes, después del Consejo de Ministros que habitualmente se celebra este día de la semana, por la mañana.

Tampoco se descarta que en los próximos días el presidente del Gobierno consulte, por medio de visitas públicas o privadas, con los principales líderes de la Oposición. En este sentido, ayer se especuló con la posiblidad de una próxima visita de Felipe González a la Moncloa.

De cualquier manera, la impresión ayer seguía siendo favorable a la posibilidad de que la decisión sea celebrar elecciones. La decisión podría estar ya tomada, si bien en función de un cuadro de circunstancias que, de cambiar significativamente en fechas próximas, influiría a su vez en el camino a tomar.

Se da por seguro que el presidente esperará al menos hasta después de la promulgación de la Constitución, que se publicará en el Boletín Oficial del Estado el próximo día 29, para anunciar su decisión. No se piensa, por otra parte, que agote el plazo de un mes que la Constitución le concede para darla a conocer, sino que el anuncio será pronto.

El ambiente era ayer favorable, tanto en las sedes de los principales partidos como en las Cortes, a la posibilidad de que se celebren elecciones. No obstante, fuentes de Alianza Popular estimaban que éstas no se celebrarán finalmente. En este punto, los grupos de la Oposición barajan las posibilidades y los riesgos que tendrían en unos comicios legislativos.

No obstante, el sector de UCD tradicionalmente favorable a la investidura sigue considerando una tercera opción, que consistiría en solicitar la confianza del Parlamento y anunciar al mismo tiempo la convocatoria, a plazo fijo, de elecciones generales. En cambio, la opción de solicitar la investidura sin más pierde cada vez más posibilidades.

Entre las filas de UCD, por otra parte, se plantea cada vez con más fuerza la polémica acerca de cómo habría que plantear la campaña electoral, y más concretamente, qué ideología se intentaría vender. Para un sector, se debería insistir en la línea de centro-izquierda, para disputar al PSOE los votos de este electorado, mientras para otro se debería orientar más al centro, para poder aspirar también a los votos de la derecha aliancista.

En todo caso, aunque no resulta verosímil. desde un punto de vista estrictamente legal, a tenor de la disposición transitoria octava de la Constitución, el período de consultas que se abriría con la eventual dimisión del presidente Suárez podría desembocar en la propuesta por el Rey al Congreso de un candidato distinto al actual jefe del ejecutivo, pero susceptible de obtener la confianza de la citada Cámara. Desde la mayoría relativa de UCD, el candidato no podría ser en principio de otro partido, a no ser que fuera una personalidad que concitara votos suficientes procedentes de más de un grupo parlamentario.