Martínez Echevarría, el hombre fuerte
Fernando Arias Salgado, quien siempre se ha negado a recibir y dialogar con los trabajadores, ha designado como su primer representante en la negociación de la huelga a Ignacio Martínez Echevarría. Treinta y tres años, casado, cinco hijos, abogado, miembro del Opus y del cuerpo de Inspectores Financieros y Tributarios del Ministerio de Hacienda.Los dos objetivos de la huelga de los trabajadores -reclasificación y homologación y los ilegales cambios de la estructura orgánica de RTVE por parte de la dirección- entran de lleno en las competencias directas del señor Martínez Echevarría. Entre los casos insólitos de RTVE se da el que un inspector del cuerpo de Hacienda vulnere un real decreto de su Ministerio, el 2750/77 por el que prohibían las modificaciones en el organigrama de RTVE hasta que las Cortes dictaminasen su nueva estructura y figura jurídica. Y es posible que un organismo, con un centenar de funcionarios de la Administración del Estado, agote el presupuesto y necesite constantemente créditos extraordinarios o que la plantilla se incremente injustificadamente, durante los dos últimos años, en aproximadamente 1.300 trabajadores, que se incumplan las disposiciones de la ordenanza laboral, que no exista política de pleno empleo, que no exista ningún control del rendimiento laboral o que no se planifique racionalmente la producción y emisión de programas, o que se practique la corrupción.
Ignacio Martínez Echevarría ingresa en TVE en 1973, cuando Rafael Orbe Cano era director general, con el cargo de subdirector de régimen interior. Tras el asesinato del almirante Carrero Blanco y el nombramiento del señor Rosón como director general, l. M. Echevarría regresa a Hacienda. Pero Manuel Riancho, subdirector general, le repesca y obtiene el cargo de director de personal en 1974. Un año después, con el nuevo nombramiento para la dirección general de Jesús Sancho Rof, I. M. Echevarría es relevado del cargo y Riancho se lo lleva como jefe de los servicios financieros de la subdirección general. En 1976, Gabriel Peña Aranda -otro director general- nombra a Francisco L. Arenosa director de administración y finanzas, y éste nombra a su amigo y compañero de cuerpo, I. M. Echevarría, como adjunto a su dirección. Martínez Echevarría, y ya con Rafael Ansón, tendrá más poder ejecutivo que su propio jefe y comenzará a introducirse en la dirección de ordenación social y personal. Pero cuando RTVE se transforma en organismo autónomo, I. M. Echevarría tiene que abandonar la «casa» para reintegrarse al cuerpo de Hacienda con destino en la delegación de Barcelona. Pero ni él quiere marcharse ni Arias Salgado quiere prescindir de un hombre experto en sortear las relaciones con Hacienda. El 16 de a Yosto de este año, en el despacho del director general, llegan a un acuerdo: transferirlo del organismo autónomo RTVE -para que pueda conservar su categoría de supernumerario en Hacienda- a la Dirección General de Radiodifusión y Televisión con el cargo de subdirector general de gestión económico-administrativa.
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