Agravada la pena a un futbolista que agredió a un árbitro
La sala segunda del Supremo ha agravado la sentencia de la Audiencia Provincial de Gerona que condenó al futbolista Joaquín Nogué, como autor de una falta de imprudencia simple con resultado de lesiones a un árbitro, a 2.000 pesetas de multa y una indemnización de 21.000 pesetas.La nueva sentencia condena al penado, como autor de un delito de lesiones con la atenuante de no haber querido producir un mal tan grave como el causado, a un mes y un día de arresto y a pagar la misma indemnización.
El hecho sucedió durante un partido celebrado el pasado 29 entre el equipo de fútbol Comas y Cros, de Salt (Gerona), al que pertenecía Joaquín Nogué, y el equipo Flassa, de la misma provincia, en el campo de este último.
El árbitro, Antonio Fernández Ramírez, concedió un gol al equipo titular del campo cuando estaba a punto de concluir el encuentro, lo cual estimaron supuesta parcialidad los visitantes.
Nogué increpó al árbitro, y, no conforme con ello, cuando el juez retrocedía de espaldas ante la agresividad del jugador, éste le empujó y al caer se produjo lesiones en la cabeza y la espalda, que necesitaron veintiún días de tratamiento definitivo.
Contra la sentencia gerundense recurrió el fiscal, y la sala segunda del Supremo razona su modificación del texto judicial alegando, primero, que la falta o el delito de imprudencia llevan siempre aparejada la falta de intencionalidad, y en este caso estaba visto que el jugador tenía la intención de causar un daño al árbitro, puesto que le empujó cuando huía de espaldas, aunque los resultados fueran más graves que los deseados.
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