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El nuevo consejo del Banco de Valladolid, integrado por ejecutivos de otros bancos

El Banco de Valladolid ha recibido una aportación de fondos de 2.000 millones de pesetas del Fondo de Garantía de Depósitos para hacer frente al saneamiento de la entidad, que desde el lunes por la noche ha pasado bajo control de la Corporación Bancaria. El Fondo se constituyó hace unos meses con aportaciones del Banco de España y del conjunto de los bancos españoles, a partes iguales, para garantizar los depósitos de las instituciones de crédito que experimentaran dificultades.

Esta aportación de fondos se realiza sin interés a un plazo renovable de seis meses, que es el que los nuevos dirigentes del banco estiman necesario para sanear la sociedad.

Nuevo consejo

Por otra parte, el consejo de administración del Banco de Valladolid ha sido renovado casi en su totalidad, ya que diez de sus trece miembros han cambiado. Estos diez nuevos consejeros han sido designados por la Corporación Bancaria y pertenecen casi en su totalidad a diversos bancos privados.Los nuevos consejeros son: José Ramón García Arango, que ha sido designado consejero-delegado; procede del Banco Cantábrico, otro de los bancos incluidos en la Corporación Bancaria, en el que ha realizado una profunda labor de saneamiento durante los diez últimos meses; Eduardo Castro Santamarina, del Banco Comercial Español; Juan Ferrer Sala, de la sociedad de seguros Plus Ultra; Francesc Cabana, secretario general de Banca Catalana y presidente del Banco de Gerona; Ignacio Malagón, ejecutivo del Banco de Bilbao; Celestino de Blas, subdirector general de Indubán; Miguel Piñel, secretario general de Banca March; Jesús Rodríguez Laucirica, consultor independiente, que hace cuatro años fue consejero-delegado del Banco Atlántico; Pedro Antonio Lalinde, subdirector general del propio Banco de Valladolid y, finalmente, como presidente del Banco, la Corporación Bancaria, representada por su presidente, Aristóbulo de Juan. Siguen como consejeros otras tres personas que representan alrededor del 20 % del capital social del banco: Vicente Calderón Sánchez (hijo del presidente del Atlético de Madrid), Jesús Gil de la Serna (que sigue ocupando la vicepresidencia) y Francisco Riberas Paupliega.

El nuevo accionista mayoritario de la sociedad, la Corporación Bancaria, tiene ya en su poder el 63 % del capital y está pendiente de traspaso otro paquete del 7 %, también vinculado a Domingo López.

Los créditos

Según fuentes solventes, las dificultades del Banco de Valladolid tienen su origen en el excesivo riesgo que el banco ha concentrado en dos grupos de clientes, el representado por Dominge López, que era propietario mayoritario del Banco, y el que encabezaba el señor Pintc Fontán. El grupo de empresas de señor López Alonso tiene créditos con el banco por importe de algo más de 5.000 millones de pesetas, mientras que el grupo de señor Pinto Fontán concentra unos 2.500 millones de pesetas En ambos casos, los negocios de estos dos grupos son básicamente de carácter inmobiliario. Fuente, de la Corporación Bancaria han señalado que los créditos están bastante bien garantizados y que son susceptibles de cobro, aun que a plazo difícil de pronosticar por tratarse de inmuebles y de fincas rústicas.Esta concentración de riesgo de un banco está prohibida por Ia ley, que no permite que un banco preste más del 2,5 % de sus recursos a sociedades vinculadas. La sociedades del señor López Alonso no aparecen sobre el papel directamente vinculadas al Banco, ya que existen sociedades interpuestas y otros artilugios jurídicos que bordean la ilegalidad. En cuanto al grupo del señor Pinto Fontán (promotor, entre otras cosas, de Villa Fontana, en las cercanías de Madrid), no estaba ni está vinculado al banco.

Los nuevos responsables de la gestión del banco han celebrado ya una reunión con el comité de empresa, en la que han asegurado a los 760 trabajadores la continuidad de sus puestos de trabajo. Informaciones de la Corporación señalan que no se ha producido retirada apreciable de depósitos y que incluso en estos últimos días han aumentado los depósitos, que rondan la cifra de los 20.000 millones de pesetas. La operación del Banco de Valladolid es la más fuerte, por la envergadura de los recursos de dicho banco, de las tres realizadas hasta la fecha por la Corporación, pues los otros dos bancos incluidos en la misma, el Cantábrico y el Meridional, tienen en conjunto alrededor de 8.000 millones de pesetas de recursos ajenos. El Banco de Navarra no llegó a integrarse en la Corporación, ya que ha experimentado un proceso de liquidación y está en trance de desaparecer, cosa que no sucede con los otros tres ya incluidos en la Corporación Bancaria, con objeto de sanear sus actividades y venderlos en un futuro, probablemente en bolsa.

En cuanto al procedimiento de la compra del paquete del 70 % propiedad de Domingo López y su grupo, medios solventes han señalado que los propietarios de este paquete han recibido la cantidad simbólica de una peseta por acción. Una sociedad auditora realizará ahora la valoración de este paquete, que probablemente estará por debajo del precio que las acciones del Valladolid habían alcanzado en bolsa en los últimos tiempos (186 %). La cantidad que la Corporación tenga que pagar por las acciones como resultado de esta valoración será destinada a disminuir las deudas que el grupo del señor López Alonso tiene con el Banco de Valladolid, cuyo capital social es de 2.500 millones de pesetas.

Al parecer, según fuentes solventes, las primeras inspecciones realizadas en el Banco han permitido descartar cualquier vinculación entre el Banco de Valladolid y la sociedad editora del diario El Imparcial.

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