Los mejores entrenadores, forzados al abandono
Los problemas de la Federación Española han alcanzado también el capítulo de los entrenadores «perdidos». Unas veces ha sido por inexplicables decisiones en su renovación (caso Carballo) y otras al crear situaciones de presión hasta lograr el «abandono voluntario». Esto último es lo que ocurrió ya hace algún tiempo con los entrenadores franceses Sauvage y Chatellard.Christian Sauvage fue entrenador en el colegio Juan March de Viella durante cinco años. Tenía a su cargo a 45 niños (entre chicos y chicas) que evidenciaron estar a gusto con él. Al ser preguntado sobre las causas que motivaron su abandono, dijo: «Yo quería cambiar algunas normas de trabajo para darlas más efectividad, pero en Madrid no las aceptaron sin haberlas escuchado siquiera. Recuerdo que tuve una entrevista con cierto directivo de la FEDI en la cual me dijo que allí no se discutía; que aceptaba el sistema establecido o me marchaba. Como es lógico, me fui.»
Sauvage está decepcionado al no haber podido ver realizados sus proyectos con los niños españoles. «Trabajaba en el vacío. La Federación no me hacía ningún caso y eso que yo era el que conocía perfectamente a los niños por convivir día a día con ellos. Incluso hacían las selecciones y programas sin contar conmigo.» «Igualmente -sigue-, el entrenador jefe, señor Favre, desde Francia, me prohibía realizar ciertas ideas de renovación, sin conocerlas siquiera.» Más tardeal referirse a los problemas de integración de los niños en los equipos nacionaleldice: «Los chicos valían mucho y en pruebas internacionales se portaban bien, pero al pasar a los equipos naciónales se llevaban una gran decepción al ver el mal ambiente que allí habían creado los entrenadores, con muchos problemas y tiranteces.» Sobre qué tipo de entrenador podrían integrarse en la actualidad en los equipos opina que «para entrar como entrenador hay que ser gente sin experiencia. El que conoce un poco aquello no puede durar allí mucho tiempo. Para estar en buenas relaciones con los directivos no hay que decir nunca nada y asentir a las decisiones de éstos en todo momento».
Por su parte, Jean Pierre Chatellard, que fue entrenador de descenso y uno de los hombres que más entiende sobre materiales de esquí, dice que «si yo me fui de los equipos nacionales españoles fue nada más que por la mentalidad que allí había. No podía soportar a ciertos miembros que "trabajan" en la Federación Española». Nada más abandonar España fue reclamado por la Federación sueca para entrenar a Stenmark, actual campeón del mundo. Chatellard se queja de la falta de coordinación en el grupo de entrenadores que debía trabajar en equipo. «Yo no podía aceptar que todas las decisiones se realizaran sin haberme consultado antes. Y, en gran parte, la culpa de ello era de Bernard Favre. Yo conocía su incapacidad técnica y por eso preferí marcharme. Es como un Dios para ciertos federati vos por la simple razón de haber sido el entrenador de Ochoa en Sapporo, cuando, en realidad, no se ocupa para nada de los corredores, que son utilizados como animales sin que su palabra tenga valor.»
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