Las cosas, por su nombre
Permítame que le felicite por el editorial del número 794 de su periódico, titulado: Un histrión en el Senado, dedicado al señor Xirinach.No es corriente leer, en estos tiempos de mediocridad, de medias verdades y de vaguedad, en que vivimos algo tan concreto y valiente como esas frases dirigidas a su extravagante destinatario.
Espero y deseo fervientemente que EL PAIS haya iniciado, aunque tarde, la saludable y rara costumbre de llamar a las cosas y a los casos por su verdadero nombre. Sin tantos circunloquios editoriales a los que nos viene teniendo acostumbrados.
(Córdoba)
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