Un mes después, continúa sin esclarecerse el atentado contra EL PAIS

Un mes después del atentado perpetrado contra EL PAIS, que causó la muerte del conserje Andrés Fraguas y heridas gravísimas al jefe de servicios generales, Juan Antonio Sampedro, que aún no está fuera de peligro, sigue sin esclarecerse la identidad del autor o autores del envío de la carta-bomba que explosionó en la planta cuarta de nuestro edificio, el pasado 30 de octubre.No obstante, un alto cargo de la policía madrileña informó ayer a EL PAIS que aquélla no sólo está trabajando seriamente en el tema, sino que sigue varias pistas sólidas que podrían llegar a dar resultados positivos en un tiempo razonablemente corto. «En concreto -prosiguió la misma fuente-, tenemos dos pistas seguras que podrían dar con los autores del atentado. Al menos eso esperamos nosotros.»

Como se recuerda, el 30 de octubre, a las diez y veinticinco de la mañana, hizo explosión, en el departamento de administración del edificio de EL PAIS, un paquete postal del tamaño aproximado de un libro de bolsillo, con una envoltura de papel de estraza y con una etiqueta-remite de IBM. El envío iba dirigido a uno de los redactores jefes del periódico.

La explosión causó heridas gravísimas a Andrés Fraguas (que falleció dos días después) y a Juan Antonio Sampedro, que continúa, treinta días después, en estado comprometido. También causó heridas leves a un tercer empleado del periódico, Carlos Barranco, que se encuentra pendiente de una operación.

Juan Antonio Sampedro sigue internado en el centro de reanimación del Francisco Franco, donde permanecerá internado durante algún tiempo en tanto desaparece la infección intestinal que aún sufre. Además se le realizarán tras plantes de piel en la zona afectada del abdomen y se le acoplará una mano ortopédica. Su recuperación se espera que sea lenta.

El pasado domingo llegó, procedente de Suecia, un medicamento necesario para la recuperación de Sampedro, quien ha demostrado durante estos treinta días una fortaleza física y moral verdaderamente impresionantes. Este medicamento, denominado Debrisan, se utiliza para heridas de difícil cicatrización y no se encuentra en España, por lo que con las facilidades dadas por la embajada sueca se pudo transportar a Madrid. El próximo viernes, por valija diplomática, se recibirá un nuevo envío de la citada medicina.

Las diligencias judiciales en torno al tema están siendo llevadas por el Juzgado Central número 1 de la Audiencia Nacional.