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Alvarez Areces y otros militantes comunistas de Asturias, expulsados del PCE

La comisión regional de garantías y control acordó la expulsión del PCE de Vicente Alvarez Areces, ex secretario general del PCE en Asturias, propuesta por la agrupación de El Llano (Gijón), y la de Santos Torollo, a propuesta de la agrupación de Ceares-Coto (Gijón). También decidió separar por seis meses del partido e inhabilitarles durante un año para ocupar cargos directivos a cuatro destacados militantes de la Agrupación Centro de Gijón: José García, Daniel Palacio, Marcelino Martínez y Juan Arango Otero, quienes anunciaron, en el acto de solidaridad con los sancionados celebrado el sábado, su baja del partido.

La comisión de garantías y control rechazó la propuesta de sanción de tres meses formulada contra Celso Fernández Carnero por la agrupación del dique de Duro-Felguera, por no haberle invitado a asistir a la reunión en la que se tomó el acuerdo de sancionarle.El ámbito de competencia de la comisión regional de garantías y control en esta primera instancia abarca a Gijón y a las demás agrupaciones locales que no tienen este organismo. Faltan aún por conocer los acuerdos de las comisiones locales de garantías y control de Avilés, que seguramente se pronunciará por ejecutar varias expulsiones, y la comisión de Oviedo, donde, pese a estar el núcleo más conflictivo, no se prevén sanciones.

El grupo disidente del PCE de Asturias, encabezado por Vicente Alvarez Areces, habría intentado, en conexión con un sector del PSUC y militantes de otras partes de España, especialmente de Madrid y Galicia, enfrentarse abiertamente a la dirección del partido y, en particular, al secretario general, Santiago Carrillo, dentro de una estrategia que se iniciaría en el ya celebrado IX Congreso, orientada a relevarle del cargo, según versión dada a EL PAIS por fuentes oficiales del PCA, con el ruego de que sus nombres permanecieran en el anonimato.

Hasta el momento, la dirección regional del partido se ha mostrado reacia a manifestarse públicamente sobre el alcance de la crisis surgida en el PCE de esta región a raíz de la conferencia regional de Perlora, preparatoria del IX Congreso, de la que se retiraron 110 delegados, entre ellos Vicente Alvarez Areces, en disconformidad con el planteamiento y desarrollo de dicha conferencia.

Dichas fuentes coinciden con el informe del comité regional en señalar que los discrepantes no son un grupo homogéneo, porque está formado por eurocomunistas, socialdemócratas y leninistas. Añaden que el único aglutinante es su oposición a las direcciones regional y nacional del partido. Un dirigente comunista ha manifestado que se trata de una «coalición de descontentos» que han pecado de triunfalismo al pensar que podrían hacerse con las riendas del partido en Asturias en la conferencia de Perlora, donde -añade- se ha comprobado que su incidencia se reduce a los sectores universitario y profesional y a las capas medias. Donde se reconoce que la crisis es seria es en Oviedo por su condición de ciudad universitaria. Las fuentes oficiales consideran que el 80% o el 90% de los militantes, es decir, la clase trabajadora: los mineros y los metalúrgicos, especialmente, respaldan a la dirección y son contrarios a lo que califican como teoricismos esterilizantes. Señalan como excepciones en el movimiento obrero y en el movimiento ciudadano los casos de líderes como Luis Redondo, elegido recientemente secretario general de Comisiones Obreras de Gijón; José Troteaga, que dimitió como secretario general de Comisiones Obreras de Oviedo, y José Manuel Bonilla, ex responsable del movimiento ciudadano en Langreo, todos ellos acusados de fraccionalismo.

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