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Los árbitros no producen desórdenes públicos

Estamos casi al comienzo de la Liga y las actitudes violentas de algunos espectadores contra los equipos arbitrales se producen con la virulencia propia de los partidos decisivos. Los árbitros no son nunca los promotores de los desórdenes de los estadios, y la Federación debe tomar medidas urgentes para evitar que se produzcan. Las vallas comienzan a ser derribadas e incluso ya se ha dado el caso de perseguir al árbitro y agredir al equipo visitante.

La temporada futbolística ha entrado en el peor de los caminos. Las invasiones de terrenos de juego y los lanzamientos de objetos contundentes contra los sufridos árbitros se han tomado en hechos habituales. Se impone una política de sanciones fuertes, incluidos los cierres de campos y de suspensiones a jugadores cuya actitud es constantemente provocativa.La mayoría de los altercados suelen provenir de ciertos jugadores especializados en la intimidación y el insulto al contrario y las actitudes quejumbrosas ante los árbitros. Los jugadores que protestan constantemente o simulan lesiones son quienes, en definitiva, ponen al público de uñas con los árbitros. Algunos entrenadores desaprensivos que no admiten la derrota si no es en base a culpar al juez, y ciertos directivos que en sus manifestaciones públicas pretenden ocultar sus propios errores en el infortunio de terceros, tienen buena parte de culpa de cuanto sucede.

En Málaga no pudo finalizar el encuentro del domingo, y en Cáceres hasta los propios jugadores del Levante padecieron las iras de los espectadores. En casos como estos es necesario abrir una información seria y responsable para que de ella dimanen las sanciones que hagan al caso.

Rubén Cano es jugador que en más de una ocasión se gana las amonestaciones, y hasta es posible que reciba pocas. Doy por buena su expulsión del Manzanares, pero bueno sería replantearse el caso Juanito. A lo que se ve, no le basta con la sanción de la UEFA. También la busca aquí. Si es así, que lo diga y le evitará mayores problemas a su club. Hace unos días tuvo que pedir perdón a los colegiados. Ahora el presidente madridista, de acuerdo con ciertos testimonios, tendrá que llevarle a pedir excusas a los jugadores del Atlético. ¡Ya está bien la broma!

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