Juanito será sancionado por la UEFA y el club

El Real Madrid regresó ayer de Zurich con el problema de unas arcas que registrarán una fuerte rebaja y con un jugador, Juanito, que cargará posiblemente con una no menos fuerte sanción. El jugador madridista, al finalizar el partido frente al Grassophers, intentó agredir al colegiado del mismo, el alemán de la República Democrática, Adolf Prokop. El arbitro parece que consignó en el acta sólo un intento de agresión. El Madrid, según sus directivos, no conoce aún los términos del acta.

Juanito, al finalizar el partido, cuya derrota apeó al Madrid de la Copa de Europa, se dirigió inmediatamente al árbitro con la intención de agredirle. El jugador madridista pretendió propinar un cabezazo al colegiado. La acción no pasó inadvertida por el árbitro. Un funcionario del Madrid, convertido en delegado del club por hablar perfectamente alemán, idioma del colegiado y de los suizos, logró convencer al árbitro de que la acción de Juanito se redujese sólo a un intento de agresión. Habrá que esperar la recepción del acta en el club para comprobarlo. El comité de disciplina y control de la UEFA se caracteriza precisamente por su dureza en las sanciones. Juanito, por tanto, puede ser sancionado fuertemente por ese comité. Se habla de cuatro a seis partidos. El Madrid tendrá que castigar también al jugador de alguna manera.Fracaso deportivo al margen, la eliminación le supone al Madrid un contrapié en sus planteamientos económicos de la temporada. La Copa de Europa era en los presupuestos iniciales del club una interesante fuente de ingresos. Ahora se ve privado de ella por la eliminación. Las taquillas ante el Progress de Luxemburgo y el Grasshoppers no han sido nada espectaculares. De haber superado la eliminatoria, el Madrid se habría asegurado probablemente una taquilla de unos treinta millones en la siguiente ronda, y de superar ésta, una aún mayor, pues el interés del público crece según avanza la competición. Para el club madridista, metido en un fuerte déficit y necesitado de ingresos, la eliminación supone un contrapunto.

Los jugadores madridistas, además, protagonizaron al final del encuentro del miércoles algún que otro escándalo. El árbitro fue el centro de sus duras críticas, que seguramente hará constar en el acta. El comportamiento de los jugadores no fue nada bueno desde el momento en que encajaron el segundo gol. Protestaron airadamente menos el que podía dialogar con el árbitro, Jensen, que se apartó del tumulto, cuando se le dijo al colegiado que él sería el que hablaría con él cuando surgiese algún problema precisamente por hablar su mismo idioma. Es posible, además, que el Madrid se excediese en su confianza ante el equipo suizo como lo demuestra que esta sea la primera ocasión en toda su historia que viaja la víspera del encuentro.