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Entrevista:

"Nunca planteamos la unión de Cajas catalanas como un modo de absorber a las pequeñas"

.EL PAÍS. ¿Cuál es el objetivo del proceso integrador que acaban de iniciar con las Cajas de Sabadell y Tarrasa?Eusebio Díaz Morera. No cabe duda que el número de Cajas existente en Cataluña es excesivo y que muchas de ellas carecen de la dimensión imprescindible para instrumentar aquellos servicios que la nueva orientación de la economía y el sistema financiero demanda. A partir de esta realidad promovimos, hace más de dos años, una serie de conversaciones con las restantes Cajas comarcales de Cataluña, con vistas a la posibilidad de ir hacia una integración de varias de ellas; no cabe duda que cuantas más, mejor. Ello no obsta, sin embargo, para que nuestro proyecto haya mantenido en todo momento una salvaguarda absoluta de la identidad de cada institución y, lo que entiendo más importante, de su territorialidad.

P. ¿Cómo puede instrumentarse este proyecto en la realidad? Lo cierto es que todo el mundo lo ha identificado como la típica absorción, en la que esta Caja, la grande, se come a las otras dos, las chicas...

R. No es así, en modo alguno. Creo que precisamente en nuestro escrupuloso cuidado por evitarlo estriba el éxito que ya ha alcanzado nuestra idea y el eco que ha tenido entre las restantes instituciones de ahorro catalanas que, personalmente, confío y deseo fructifique en nuevas adhesiones. En cuanto a la instrumentación, nuestro planteamiento -como se recoge en el documento suscrito por las tres Cajas- es el de aglutinar una serie de servicios comunes, centralizándolos, y mantener una vasta autonomía de funcionamiento para cada una de las entidades. Hasta el punto de que sus denominaciones prevalecerán, así como sus respectivas asambleas y consejos, con importantes facultades decisorias y de gestión.

P. ¿Qué problemas inmediatos plantea la puesta en práctica de este modelo?

R. Los problemas son varios. No cabe duda que las tres Cajas tienen en estos momentos una serie de servicios paralelos, cuyo acoplamiento deberá ser objeto de cuidadoso estudio. Por otra parte, existe una serie de diferenciaciones de régimen laboral entre los integrantes de las tres plantillas respectivas, que será preciso analizar en detalle. En cualquier caso, los problemas que más me preocupan son los humanos; es obvio que será necesario efectuar algunos reciclajes Y variar algunos servicios. Uno de los proyectos inmediatos, una vez se haya producido la confirmación de la fusión, será la racionalización de las redes de oficinas, que presentan en estos momentos fuertes concomitancias, con oficinas de las tres Cajas prácticamente contiguas. Esta racionalización podrá y deberá ser compensada por una expansión paralela en otras áreas, en las que nuestra presencia es escasa.

P. ¿Se producirán reajustes de plantillas?

R. En absoluto. El puesto de trabajo de cada, uno de los empleados de las tres instituciones está plenamente garantizado. Hemos estudiado ampliamente el tema y prevemos -eso sí- que no se producirá una ampliación de plantillas en los próximos años, precisamente como consecuencia del proceso de asimilación de los actuales integrantes a la nueva estructura organizativa.

P. Como señalaba usted hace un momento, la fusión debe confirmarse por las respectivas asambleas de las Cajas, ¿se ha pensado ya en una fecha para la convocatoria?

R. Hasta el momento, no hay nada decidido al respecto. Existe la posibilidad de que otras Cajas decidan incorporarse al proyecto, y pensamos que hay que brindarles la posibilidad de que lo hagan previamente a dicha ratificación.

P. ¿Con qué Cajas existen actualmente conversaciones para ver de su posible incorporación?

R. Digamos que con varias...

p. ¿Qué repercusiones tendrá esta fusión en el sistema financiero catalán y más concretamente en las Cajas de Ahorros?

R. Nosotros entendemos que el futuro de las Cajas catalanas pasa por el fortalecimiento de tres pilares esenciales: uno, no cabe duda, es la Caja de Pensiones para la Vejez y de Ahorros de Cataluña y Baleares; otro será, sin duda, nuestra proyectada Unión de Cajas de Ahorros de Cataluña; y un tercero es la Caja de Ahorros de la Generalidad. Pienso que cada una de estras tres columnas del sistema financiero posee unas características perfectamente diferenciadas y puede ser capaz de instrumentar una competencia en operatividad y servicios muy beneficiosa para Cataluña. No cabe duda que las pequeñas entidades de ahorro catalanas deberán instrumentar su futuro en base a la integlación en alguno de esos tres pilares que señalaba. Es obvio también que cada uno de esos tres pilares constituye una alternativa de integración sustancialmente diferente.

P. El proceso de fusión de las Cajas de Ahorros españolas está bastante extendido por diversas razones. ¿Cree que Cataluña debe ser protagonista principal de ese proceso?

R. Aquí, por diversas razones, es urgente acometer un proyecto de concentración. En primer lugar, el número de Cajas concurriendo en una misma provincia no tiene parangón; Barcelona cuenta hasta ahora con diez Cajas distintas y a nivel catalán son trece las existentes. Por otra parte, el peso específico de las Cajas en el sistema financiero es superior en Cataluña al de otras regiones españolas; el 35% de los recursos totales de la Confederación de Cajas de Ahorros está captado por las instituciones catalanas.

P. Dos de las Cajas comprometidas en el proyecto de fusión están territorialmente vinculadas a las zonas barcelonesas que más padecen la actual crisis y especialmente los recortes crediticios derivados de la política monetaria. ¿Qué papel va a jugar el descuento de efectos en la futura Unión de Cajas de Ahorros de Cataluña?

R. Efectivamente, la dimensión empresarial característica de las comarcas de Sabadell y Tarrasa es de pequeña y mediana empresa. Por ello, hemos destacado en el documento de fusión la dedicación a sus problemas, entre los que lógicamente se encuentra el descuento de papel comercial. He ahí uno de los servicios que deberá ser potenciado, como antes le indicaba, a partir de nuestra mayor dimensión. De hecho, la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Barcelona decidió, desde mediados del presente ejercicio, descontar efectos dentro de un volumen razonable. Quiere ello decir que hemos sido conscientes de la importancia que las instituciones de ahorro pueden tener en estos momentos de dificultades crediticias. Sin, embargo, aquí topámos con otro problema, y es que las Cajas están sujetas todavía a una serie de obligatoriedades en la inversión pública que limitan la posible actividad en otros campos. Por encima de todo, debemos mantener la tesorería a niveles razonables, en defensa de los intereses de los impositores, que son nuestro objetivo primordial. De ahí que nuestra capacidad de descuento quede reducida.

P. Finalmente, ¿qué futuro aventura usted para las Cajas catalanas, y las españolas en general, dentro del contexto de autonomías de las diversas zonas del Estado?

R. Creo que el tema trasciende el ámbito exclusivamente financiero para adentrarse en lo político. En primer lugar, deberán instrumentarse las autonomías en el marco de la Constitución y, posteriormente, cada ente autónomo abordar la problemática peculiar de cada territorio y comunidad social. Lo que no dudo es que el proceso autonómico, de todo punto irreversible, incidirá notablemente en todo el sistema financiero y muy especialmente en las Cajas, por sus especiales características.

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