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El Madrid, de nuevo, lo domina todo

La pasada jornada futbolística sirvió para meternos en el túnel del tiempo: el Madrid es líder absoluto, Iríbar volvió a ser la figura en el Bernabéu; Pirri, en los últimos minutos, logró que pitaran un penalti a favor de su equipo y Luis redebutó con éxito como entrenador. Los años en el fútbol español pasan en balde. Las cosas cambian tan poco que el Barcelona vuelve a ser, como siempre, un equipo esperanzado. Y es que de nuevo se ha inventado un ídolo venido del extranjero. A Krankl hay que buscarle pronto un poeta albertiano que haga un remedo de aquello del oso rubio de Hungría, como Hungría a Platko.

Al Madrid le han vuelto a poner guijarros en el camino con dimensiones y otras historias y, sin embargo, está como en los mejores tiempos. Manda en el fútbol de Primera, comanda en el de Segunda, con el Castilla, domina en baloncesto y mete buenos dineros en sus arcas. Como en el Madrid siempre se han personalizado los éxitos, habrá que empezar a pensar en Antonio Calderón como panacea, porque es el único que queda de aquel equipo de cerebros que dicen metía goles desde el despacho.El Madrid es una sociedad eminentemente tradicionalista. Tanto que hasta se permite el lujo de ganarle al Athletic en los últimos minutos y de penalti. Y eso sí, para este tenia no pudo haber consenso de ningún tipo, porque el árbitro era el murciano Franco Martínez, que esta vez vió claro el derribo a Pirri. Al que sigue sin gustarle un ápice el consenso es a Rojo I, al que siguen amonestando con la misma facilidad que años atrás. Tampoco en esto de amonestar a los rojos hemos cambiado.

Iríbar volvió a ser El Chopo de los mejores tiempos. En el Bernabéu revalidó sus éxitos. Me hubiera gustado ver a Juanito Padilla viendo cómo Iríbar estaba a punto de aguarle la fiesta. Para algunos madridistas Iríbar perdió todos sus méritos desde aquel día que, junto a Cortabarría, salió a Atocha con la ikurriña en la mano.

Un hombre feliz a medias es, en este momento, el entrenador del Atlético de Madrid, Luis Aragonés. Es feliz a medias porque el triunfo de su equipo en Vallecas puede traerle grandes complicaciones. Si la directiva rojiblanca no se da prisa en contratar al sucesor de Héctor Núñez, podría suceder que dentro de dos semanas Luis no pudiera abandonar el banquillo. De momento, ya ha logrado dos positivos, y si la recuperación del equipo se confirma, en un par de semanas más, el equipo puede estar entre los primeros y con renacidas esperanzas. En ese caso puede planteársele a la directiva atléticaun problema serio. ¿Quién se atrevería a sustituir a un preparador en pleno éxito?

Para Luis cuenta la esperanza de la promesa verbal que le ha hecho el presidente de sustituirle lo antes posible, pero mucho me temo que si la situación transitoria se alarga no habrá nadie que se decida a buscarle un sustituto.

El futuro entrenador tendría muy complicada papeleta al tener que continuar por el camino del éxito de un modo forzoso. Su fracaso sería también el de la directiva y con toda razón los socios podrían pedir hasta la dimisión de los responsables de la entidad. Para el Atlético, pues, urge resolver la situación cuanto antes. Alargar la transitoriedad de Luis podría ser peligroso. Por otra parte, no se puede obligar a Luis a que se mantenga en el puesto, pero quizá fuera conveniente comenzar a hablarle del tema, por si acaso.

En Barcelona ha vuelto a renacer la fe, y como casi siempre, está centrada en un extranjero. Al superidolatrado Cruyff se le ha encontrado un sucesor importante. Al austríaco Krankl hubo necesidad de verle en Buenos Aires, contra España, para descubrir que era un delantero centro de gran peso específico, pero cuando la dicha llega se olvida el personal de los dineros que hubiera costado -menos, naturalmente- de haber tomado nota antes de la facilidad que posee para irse al marco contrario.

El Barcelona parece que al fin ha encontrado al hombre que necesitaba. El centro delantero deseado ya lo tiene en sus filas. Ahora falta saber si el resto del conjunto estará a la altura de las circunstancias. El Barcelona es cada año, al comienzo de la Liga, aspirante al título, pero a la hora de la verdad deja pasar por delante a otros.

Cada temporada, de tanto habla del poder de los ricos del fútbol, se nos ciegan los ojos para ver a los pobres. Afortunadamente la tele nos mostró el domingo al Spórting de Gijón, un equipito sin grandes pretensiones, pero que practica un fútbol del mejor que puede verse. El Spórting también tiene extranjeros en sus filas, pero podría decirse que los justos. El resto, y no la parte menos importante, es de producción nacional. El Spórting tiene en sus filas, incluidos los suplentes, a hombres con gran futuro. Cuidar las canteras sigue siendo rentable.

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