Se esfumó el espejismo

La sesión de ayer presenció el presentido descenso del índice general de la Bolsa de Madrid por debajo de la par, ya que la pérdida de 26 centésimas sitúa al mismo en 99,96. La bajada si no ha sido peor se debe, una vez más, al apoyo que los valores bancarios y eléctricos están proporcionando al conjunto.La situación de algunos sectores es particularmente difícil, sobre todo en las inmediaciones de los corros químicos, en donde los valores propiamente químicos, como Explosivos, Petróleos y otros, y los papeleros (Sarrió y Papelera Española) se debaten como pueden en evitación de mayores depreciaciones. Se comentaba ayer que de Sarrió había 100.000, títulos a la venta lo , lo que para una sesión constituye constituye una cifra importante; también para Explosivos hay papel en abundancia, a pesar de las seguridades que desde las altas jerarquías de esta empresa tratan de proporcionar sus directivos y que responden a un mal momento de liquidez, pero que no constituyen serios motivos de preocupación. Buena prueba de ello es que al final había demanda para alguno de estos títulos, lo que no resulta sorprendente, dados sus bajos precios; a estos niveles, la rentabilidad -si se mantiene el dividendo, cosa que a la vista de los resultados previsibles no sería descabellada- es bastante satisfactoria. Los próximos días no permiten esperar, sin embargo, un claro cambio de tendencia.