Más de 800 agentes de la CIA trabajan en Europa Occidental
Titulado Dirty work: the CIA in Western Europe (Trabajo sucio: la CIA en Europa occidental), el polémico libro, del que son autores Philip Agee y Louis Wolf, está siendo editado por Lyle Stuart en su pequeña empresa editora de Secauus, en Nueva Jersey. Está previsto que se venda a veinticinco dólares (unas 2.000 pesetas) por unidad y contiene un apéndice de 386 páginas, en el que se dan los nombres, el historial y, en muchos casos el puesto que desempeñan actualmente 841 hombres y mujeres que trabajan para el espionaje de Estados Unidos en Europa occidental.Entre las posibles acciones a tomar por el Departamento de Justicia norteamericano para prohibir, la publicación del libro de Agee y Wolf se encuentra la de acusar de espionaje y de violación de secretos que afectan a la seguridad nacional tanto a los autores como al editor de Dirty work. Simultáneamente, las autoridades norteamericanas podrían iniciar un proceso civil destinado también a impedir la puesta a la venta del libro.
Sin embargo, estas y otras acciones similares parecen condenadas al fracaso de antemano. Philip Agee, un ex agente de la CIA que trabajó para la agencia en América Latina durante los años sesenta, y que se hizo famoso con su primer libro Inside the company: a CIA diary (La compañía por dentro: diario de la CIA), podrá hacer pública la lista de agentes en Europa, aun en el caso de que el libro sea prohibido.
De hecho, se sabe que fotocopias de las pruebas de imprenta del ,apéndice han sido distribuidas a algunos periodistas durante el pasado fin de semana. Se asegura asimismo que tres ejemplares del libro han sido enviados ya a Europa y que otros dos han sido entregados a alguien en Estados Unidos.
La acción gubernamental contra la editorial y los autores del libro, del producirse, se sumaría a las emprendidas anteriormente contra otros ex agentes del espionaje norteamericano que hicieron revelaciones en sus libros. El único éxito notable fue el conseguido sobre Victor Marchetti y John Marks, autores de La CIA y el culto del espionaje, que se vieron obligados a suprimir partes importantes del texto original. Actualmente hay en marcha otro proceso contra Frank Snepp, autor de Intervalo decente y las autoridades decidieron no emprender acción contra John Stockweil, que reveló la intervención de la CIA en Angola,en su libro En busca de enemigos.
Respecto a Trabajo sucio, se sabe que contiene dieciocho artículos ya aparecidos en otras publicaciones, muchas de ellas europeas, en los que se narraron acciones secretas de la CIA en países como Portugal, Suecia, Italia, Francia y República Federal de Alemania. La verdadera revelación del libro de Agee y Wolf se contiene por tanto en la lista de agentes de la CIA y en una guía en la que se explica cómo detectar a los espías encubiertos mediante las listas diplomáticas del Departamento de Estado.
Como en casos anteriores, la CIA alega que la publicación de los nombres de sus agentes puede poner en peligro la vida de éstos. Siempre se cita el caso de Richard Welch, el jefe de estación de la CIA en Atenas que fue asesinado en 1974, poco después de que la revista Counter Spy le identificara. Sin embargo, Agee y otros especialistas explicaron más tarde que la condición de Welch era ampliamente conocida en Grecia y que los sucesivos jefes de estación en Atenas vivian siempre en la misma casa, una lujosa residencia en las afueras de la ciudad. Agee asegura que su única intención es hacer más difícil el trabajo de los agentes de la CIA y que éstos puedan ser alejados del posible peligro siendo trasladados a Estados Unidos, una vez que se ha descubierto su identidad.
Philip Agee, que ha sido deportado en los últimos años de Inglaterra, Francia, Holanda y la RFA, cuando estos países le consideraron una amenaza para su seguridad nacional, reside ahora aparentemente en Roma y participó el mes pasado en una serie de actos de denuncia de la CIA celebrados en La Habana.
1El editor del libro, Lyle Stuart, fue antiguamente director de la revista humorística Mad y se ha hecho relativamente popular con la publicación de libros conflictivos, entre ellos Jackie O, una biografía de Jacqueline Kennedy-Onassis, y El libro de cocina del anarquista, donde se explicaba con detalle cómo fabricar cócteles molotov y atacar comisarías de policía. En otros trabajos de Philip Agee sobre la CIA en Europa se contenían revelaciones sobrela ayuda financiera a la Democracia Cristiana italiana en las elecciones de 1948, la aparente financiación de campañas de políticos como Willy Brandt, Guy Mollet o Giusseppe Saragat, la colaboración secreta con la inteligencia sueca para obtener datos sobre Vietnam del Norte y la llegada a Lisboa en 1974 de un equipo especialista en desestabilización, comandado por, John Morgan, un experto en la lucha contra los tupamaros, y Jim Lawler, con misiones anteriores en Brasil y Chile.
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