_
_
_
_

El fin de semana agravó la huelga de controladores franceses

Mlillares de viajeros, especialmente los que regresan de sus vacaciones o salen para disfrutarlas en el sur de España, Canarias y norte de Africa, se vieron retenidos ayer en los aeropuertos de origen o de destino, más del tiempo inicialmente previsto, a causa del endurecimiento de la huelga de celo que mantienen los controladores franceses.

Por el momento, los aeropuertos más afectados, según las informaciones de agencias, son los de Gatwick, en Londres, y el de Palma de Mallorca, que tuvieron que ser cerrados temporalmente durante el domingo y lunes para los vuelos internacionales.Según nuestro corresponsal en Palma de Mallorca, José A. Rodriguez, la dificil situación planteada a últimas horas de la tarde del sábado en el aeropuerto mallorquín, donde los vuelos con Gran Bretaña y Alemania llegaron a acumular hasta ocho horas de retraso, se fue deteriorando a lo largo de la mañana del domingo, llegándose a una congestión de aparatos en las pistas, que obligó a las autoridades del aeropuerto a cerrarlo desde las nueve hasta las once de la mañana y luego por la tarde, al no poderse despachar más de dos vuelos/hora con destino al extranjero.

De los quinientos vuelos programados para el domingo y los trescientos para ayer lunes, sólo se pudieron despachar el 60% de las operaciones, y éstas en su mayoría eran de vuelos nacionales, los cuales se vieron notablemente incrementados con destino a los aeropuertos del Prat, de Barcelona y Gerona-Costa Brava en la operación puente aéreo para facilitar el que cerca de 70.OOC pasajeros, turistas en su mayoría, pudieran abandonar la isla en las últimas 48 horas.

Iberia, por su parte, suspendió un total de diez vuelos regulares entre Palma y las capitales europeas, a fin de descongestionar el espacio aéreo, lo que no impidió, que durante todo el domingo y ayer lunes la terminal del aeropuerto de Son San Juan fuera un auténtico caos, debido a los prolongados retrasos de los vuelos charter con Centroeuropa, donde la mayoría de los vuelos llegaban con un retraso de cuatro horas.

De nuevo tuvo que abrirse la guardería instalada en la capilla del aeropuerto y que ya en anteriores ocasiones realizó una gran labor para atender a los pequeños gracias a la desinteresada labor de la Delegación balear de Unicef y del Fomento de Turismo de Mallorca, entidades encargadas de que no faltaran alimentos líquidos para los pequeños, así como pañales y leche.

Otros aeropuertos españoles sufrieron durante este fin de semana las consecuencias de este endurecimiento de la actitud de los controladores franceses. Así, en el aeropuerto gerundense Costa Brava, los vuelos internacionales de ayer lunes sufrieron un retraso próximo a los cuarenta minutos, debido a lo reducido de su tráfico y que alcanzó sólo los veintidós vuelos.

En el madrileño Barajas, los retrasos de los vuelos con Europa oscilaban entre las tres v cuatro horas, sin que hubiese -a la hora de cerrar esta edición- que cancelar ningún vuelo, con excepción de uno de Iberia a Ginebra.

En los aeropuertos europeos, la situación es igualmente anómala. Así, en los aeropuertos parisienses la huelga está produciendo trastornos importantes y en los vuelos hacia el norte de Africa y España registraban retrasos próximos a las cuatro horas, tanto en Orly como en Roissy. Las cancelaciones aumentaron igualmente, siguiendo la curva ascendente iniciada el pasado viernes, hasta alcanzar el domingo un 13,5%.

Situación actual del celo

Los retrasos aumentaron cuando los controladores, que mantuvieron la huelga de celo en forma esporádica y suave, recibieron instrucciones de su Sindicato de que no atendieran más de ocho vuelos a la vez en sus pantallas de radar. En situación normal suelen atender a más de una quincena de vuelos.

El titular del Ministerio de Transportes francés, Joel Le Theule, reiteró ayer que no puede haber negociaciones mientras se mantenga la huelga, aunque ésta no parece que vaya a terminar antes de lo anunciado por los propios controladores, el próximo lunes 4 de septiembre.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_