Cada día se reparan 350 cabinas telefónicas

Cada una de las 3.256 cabinas telefónicas que hay en Madrid tiene que ser reparada en un promedio de tres veces al mes, como mínimo, por técnicos de la Compañía Telefónica a consecuencia de los desperfectos que en ella se producen por robo o vandalismo. Los especialistas de Telefónica se ven obligados a intervenir cerca de 10.000 veces mensuales ante el deterioro arbitrario de los elementos de la instalación o el destrozo que los rateros y similares producen al desvalijar cabinas y marquesinas. La media de reparaciones se acerca a la cifra de 350 cabinas diarias. Ello da una idea del nivel cívico de algunos ciudadanos madrileño.

Entre las causas de la deliberada destrucción de las cabinas hay una que sorprende especialmente: el vandalismo arbitrario. Se tiene por avería común el corte del cordón telefónico sin otra finalidad que interrumpir la comunicación, o el gratuito destrozo de las guías telefónicas. Asimismo, se produce con mucha frecuencia el robo de piezas que no podrán ser utilizadas en ninguna circunstancia por los sustractores, dada su estrecha dependencia de los aparatos a los que estaban adosadas en la cabina. Las roturas del disco, del botón de cobro o del mecanismo de cierre, así como los robos de cápsulas microfónicas o del aparato completo, son incidentes que pueden incluirse en este apartado.Se da la circunstancia de que actualmente la Compañía Telefónica mantiene en Madrid 3.256 cabinas telefónicas. A la vista de la cifra de intervenciones mensuales de los técnicos, que es exactamente de 9.756, cada mes resultaría obligatorio reparar cada cabina unas tres veces. En realidad la cifra es muy superior, si incluimos las reparaciones por averías naturales.

Hay, por tanto, un claro componente de incivismo inexplicable en el mal uso de las cabinas telefónicas. Pero no es el único. La actividad de los rateros que pretenden apoderarse de las recaudaciones suele tener como consecuencia un destrozo casi absoluto del conjunto de la instalación. El 80% de las averías en elementos no destinados estrictamente a la comunicación telefónica, es decir, 4.632, son la consecuencia directa del trabajo de los ladrones. La actual construcción de los módulos instalados en vías públicas supera en solidez a las anteriores, si bien no alcanza las cotas previstas por la Telefónica: entre los proyectos de la compañía hay uno cuyo objetivo es lograr que ninguna cabina esté fuera de servicio más de veinticuatro horas consecutivas. A tal efecto se pretende poner en servicio aparatos telefónicos con mayor índice de robustez, así como facilitar a la policía una información inmediata sobre los robos sistemáticos y localizados.

Respecto a la evolución del número de desperfectos en las cabinas públicas, se observó un aumente sensible en el segundo semestre del pasado año. Los datos que obran en poder de la compañía permiten afirmar que, dentro de, Madrid, hay determinadas zonas en las que se producen los desperfectos por vandalismo o por robo; se ha precisado que el cinturón determinado por Atocha, Embajadores, plaza de España, Moncloa, Cuatro Caminos, Colón y Cibeles define el sector más deteriorado de la red.