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No se produjo el caos en los aeropuertos

Mañana a las ocho de la mañana termina la tercera ronda de huelgas de celo de los controladores aéreos franceses. En esta ocasión la huelga durará, cinco días y aunque en su transcurso la circulación aérea por zona francesa ha sido reducida, las previsiones de los afectados han conseguido evitar el caos en los aeropuertos españoles, ingleses, franceses, alemanes y de otros países. Los representantes sindicales de los controladores en conflicto se reunirán el jueves con el ministro francés de Transportes para volver a tantear la voluntad negociadora y los márgenes de transigencia de una y otra parte a la hora de llegar a un compromiso. Si de nuevo hay imposilbilidad de encontrar una solución otra nueva huelga puede producirse en el fin de semana.

Si en los días anteriores al domingo los aeropuertos permanecieron en calma y los retrasos en los pocos vuelos previstos no fueron escandalosos, en los dos últimos días ha ocurrido otro tanto. Iberia canceló ayer únicamente cuatro vuelos frente a los más de cuarenta suspendidos en días anteriores. Los trayectos se cubrían con retrasos según las caprichosas instrucciones de los controladores franceses, aunque con normalidad.

El problema de esta ronda de huelga de celo ha sido para las compañías aéreas sometidas a un importante lucro cesante por la suspensión de vuelos en momentos en que los aviones van al completo y los ingresos son, por tanto, sustanciales. Los ejercicios económicos de las compañías afectadas -Iberia entre las principales- se resentirán en esta ocasión de la decisión de los controladores franceses que ha ocasionado pérdidas irreparables a las empresas.

Normalidad en Palma

En Palma de Mallorca, el aeropuerto más castigado por la huelga ya que en esta etapa de verano circulan más de 60.000 pasajeros diarios en unos quinientos aviones, no se han producido situaciones graves. según informa nuestro corresponsal José A. Rodríguez. El domingo y ayer lunes se creía en Son San Juan que todo empezaría a variar y que la situación de casi normalidad del viernes y del sábado pasado cambiaría. Pero no fue así va que los vuelos fueron despachándose con toda normalidad, sin que la pista se saturara de aviones como en las dos ocasiones anteriores, ni se produjera el caos en la terminal de pasajeros. Sólo en algunos casos se registraron algunos retrasos en aviones procedentes de centroeuropa, estimándose que estos retrasos no superaron las dos horas.

Desde el viernes se tomaron medidas para paliar las jornadas, en caso de que la situación se agravara y así había una sincronización entre la torre de control, hoteles y tours operators. Los servicios de bar y restaurantes, reforzados, atendían sin demasiadas aglomeraciones a los pasajeros, calculándose que 110.000 personas el avión entre sábado y domingo para llegar o salir de Mallorca.

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