Lanzamiento de un mercado de diamantes
Una empresa privada ha publicado eltos días una serie de anuncios en la prensa, incitando a la inversión en diamantes. En el reclamo publicitario se asegura que los diamantes son de fácil transporte: «En el bolsillo de su pantalón usted puede transportar de cien a mil millones de pesetas» de fácil venta: «en cualquier lugar del mundo los diamantes se cotizan», y de total garantía, «porque en todos los países hay más compradores de diamanates que vendedores». El director comercial de la empresa ha mqnifestado que Hacienda no había puesto objeciones, por el momento, al anuncio publicitario, que podría ser considerado como una clara incitación a la evasión fiscal. «Lo que hagan los compradores dé diamantes es cosa suya -dijo el mencionado directivo-, nosotros proponemos una venta, de todo punto legal, con una gran plusvalía y con el control por parte de Hacienda de todos los diamantes que importamos y que proceden de Amberes.»
La empresa en cuestión propone dos modalidades de inversión: una, la simple venta de un diamante, que se realiza en una bolsa lacrada y precintada, en donde se certifica la clasificación otorgada a la piedra por el Instituto Gemocológico Español, o bien la inversión a plazo fijo: el inversor entrega a la empresa una cantidad, a partir de 250.000 pesetas, a cambio de la cual recibe el, o los, diamantes correspondientes como garantía. La empresa se compromete a darle unos intereses del 14%anual, en pagos trimestrales.
La subida media de la cotización de los diamantes es de un 45,05% anual, aunque, según manifestó el mencionado directivo, «el añó pasado subieron un 100%».
De todas formas, la reventa puede ser difícil en España, donde no existen bancos con departamentos de piedras preciosas. En España sólo se puede vender legalmente una piedra a un joyero o a empresas dedicadas a la transacción de diamantes. En el extranjero, en cambio, existen bancos con departamentos de piedras y metales preciosos, en donde el inversor que ha salido de España con los diamantes «en el bolsillo de su pantalón», puede incurrir con facilidad en el delito de la evasión fiscal.
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