El congreso del SLMM no ha resuelto la crisis del sindicato
Cuarenta y ocho horas de airadas discusiones entre los delegados asistentes al congreso extraordinario del Sindicato Libre de la Marina Mercante (SLMM) -primera organización obrera del sector- no han logrado despejar la incertidumbre sobre la viabilidad futura de la primera y única experiencia unitaria del sindicalismo español.
CARLOS GOMEZLa apretada derrota de uno de los dos secretariados que habían convocado el congreso, aquél a quien se acusaba de haber querido integrar el SLMM en la UGT, no significa en ningún caso -a la vista de las diferentes votaciones- la superación de la crisis. La lucha por hacerse con el control del SLMM entre las dos grandes centrales, UGT y CCOO, no ha desaparecido objetivamente con este congreso. Las acaloradas discusiones del fin de semana han evitado exclusivamente la imposición inmediata de las tesis prougetistas y han reconducido la pugna por el poder en el SLMM, desde las páginas de los periódicos -donde se desarrollaba en los últimos meses- al terreno más discreto de las estructuras internas. La línea de independencia y autonomía, que aparentemente ha triunfado, era también públicamente defendida por quienes han salido derrotados, como prueba la aprobación por unanimidad, que sólo se dió en este tema y en el de la ley penal y disciplinaria en la marina mercante, de la ponencia relativa a la misma.
Tras el singular desarrollo de la primera jornada del congreso, que se realizó sin mesa alguna que dirigiera los debates y en un ambiente de profunda crispación (véase EL PAIS del día 6), la sesión del domingo se inició con las mismas características. La mañana se. perdió en acaloradas intervenciones en torno al reglamento del congreso, en un debate que reprodujo la situación de fuerzas encontradas del día anterior. Finalmente, el buen sentido de la mesa del congreso, elegida al inicio de esta sesión, optó por pasar a votación «por razones de eficacia» el reglamento tal como había sido propuesto, sin las modificaciones que se habían pretendido introducir en el debate, siendo aprobado con algunas protestas. La modificación de estatutos del SLMM, otro de los temas del orden del día del congreso, tampoco pudo llevarse a cabo dadas las profundas diferencias entre los asistentes.
Tras un nuevo enfrentamiento sobre listas abiertas o listas cerradas para las candidaturas, se impusieron las primeras, se eligió la nueva secretaría del SLMM. Para ella fueron elegidos: Juan Zamora, militante del PSUC que logró 353 votos; José Luis Cot, con 345 y considerado independiente; Javier Lozano, con 340, a quien se atribuye ideología socialista, y Manuel Bustavad y Jesús Fernández, considerados independientes, con 328 y 259 votos. Su mandato consiste en mantener la independencia del SLMM y llegar a acuerdos de colaboración con todas las centrales.
