Pujol se enfrenta a fuertes discrepancias en Convergencia Democrática de Cataluña
La abstención de la Minoría Catalana en la votación relativa a la enmienda sobre la autodetermínación presentada por el diputado vasco Letamendía está ahora en el centro de las discrepancias internas dentro del partido de Jotdi Pujol. Paralelamente, se ha originado un acusado enfrentamiento en las hasta ahora excelentes relaciones entre Convergencia Democrática de Cataluña (CDC) y Unión de Centro Democrático (UCD), relaciones que culminaron, hace unas semanas, en un acuerdo concreto de fusión entre ambas formaciones. El diputado de UCD por Barcelona y principal figura de este partido en Cataluña, Carlos Sentís, efectuó ayer a Hoja del Lunes de Barcelona unas declaraciones que representan la primera salida a la luz pública del disgusto de UCD por la abstención de la Minoría Catalana en la enmienda favorable a la autodeterminación presentada por el diputado Letamendía. Las declaraciones de Sentís constituyen también una réplica directa a unas recientes manifestaciones del dirigente de CDC Josep María Cullell, según las cuales su partido «pactará hasta con el diablo menos con UCD».
Sentís cita en sus declaraciones una frase del diputado republicano Heribert Barrera, cuyo contenido comparte, según la cual «CDC es un partido heterogéneo en tomo a, un carisma personal» (sin duda el de Jordi Pujol). Algunos hechos recientes indicarían la posible validez de dicha frase.
En efecto, dos grandes alternativas -escasamente coincidentes- coexisten en el seno de CDC, dando a este partido una manifiesta heterogeneidad e incluso llegando a producir evidentes contradicciones. Las dos actitudes están encarnadas en la personalidad contrapuesta y fácilmente diferenciable de los dos principales colaboradores directos de Jordi Pujol: Miguel Roca Junyent y Josep María Cullell.
Roca cuenta con un pasado político variado. Militó,en la rama catalana de los «Felipe» -el Front Obrer de Catalunya-, donde se distinguió por su radicalismo de muy extrema izquierda. De allí pasó a cogerente del muy capitalista Plan de la Ribera, SA, junto con el socialista -entonces no lo era- Narcís Serra. Dicho plan ha sido probablemente el que más airada reacción popular originó en Cataluña bajo el franquismo. Roca reapareció como figura del partido de Pujol, ascendiendo de forma meteórica al cargo de secretario general adjunto. Es considerado el representante del sector más conservador y el principal defensor de un hipotético pacto histórico con el PSUC.
En cambio, Cullell representa al sector más catalanista y más izquierdista del partido. Cullell, al contrario de Roca, ve con prevención un pacto histórico con los comunistas y preconiza un acercamiento con los socialistas catalanes. Algunas fuentes hablan de un 80% de la militancia a favor de Cullell contra sólo un 20% en favor de Roca.
A ello hay que añadir que el poder de Jordi Pujol sobre el partido es inmenso debido a su fuerte personalidad y sobre todo a su capacidad económica.
