Los clubs se lavan las manos en el tema de los jugadores extranjeros

El fútbol español está más confuso que nunca. Pablo Porta, pese a las reuniones que ha mantenido hasta ahora con presidentes de federaciones regionales y de Primera División y sus gerentes, no ha conseguido el criterio unánime obtenido en otras ocasiones, ante la próxima asamblea general del día 21. El tema de los jugadores extranjeros, la problemática jurídico-laboral planteada por la Asociación de Futbolistas y la amenaza económica que se cierne sobre los clubs han creado una diversidad de criterios que ensombrecen el futuro de la asamblea general. Sólo Pablo Porta tiene ahora asegurada su continuidad en el cargo.

Los clubs de Primera División, a través de sus respectivos presidentes, en el transcurso de una cena en un restaurante de cinco tenedores, cuando se les pidió una votación sobre la presencia de jugadores extranjeros en España se lavaron las manos y se limitaron a decir que se debía cumplir la normativa aprobada hace dos años, y que todavía no ha entrado en vigor. Se trata de que a partir de la temporada 1979-80 los clubs no podrán contar con más de dos jugadores que no puedan actuar en el equipo nacional por haber jugado en la selección de su país o ser extranjeros. Parecería ridículo, después de todo, rechazar una normativa antes de que se hubiese puesto en práctica.Sobre este tema de los jugadores extranjeros, a pesar de esa aparente unanimidad, hubo ciertos matices discrepantes. Los equipos vascos, el Athletic de Bilbao y la Real Sociedad, mostraron su tajante oposición a su presencia, mientras otros, como Valencia, Sevilla y Barcelona defendían tal clase de jugadores.

Pero había que pensar en el futuro, concretamente en la fecha en que posiblemente se decida la total prohibición de jugadores extranjeros en España. El Consejo Superlor de Deportes, a través de una carta remitida por su director general el pasado 28 de junio y diriaida a Pablo Porta, insinuaba a los clubs su responsabilidad sobre este tema y les comprome lía a una decisión. El Consejo Superior de Deportes no desea tomar la iniciativa de una medida drástica sobre este tema. Pero los clubs de Primera División no han podido dar mejor respuesta que devolver la pelota al Consejo Superior de Deportes. Acordaron que fuese el máximo organismo deportivo del país quien decidiese.

Relacionado con este tema se configura la presencia en el fútbol español de los iugadores nacionalizados. Raimundo Saporta no tuvo una intervención demasiado brillante al tratar este asunto ante sus compañeros. El presidente actual del Madrid defiende su continuidad en los equipos, aunque cuenten con el cupo de extranjeros cubierto, al echar mano de sentimientos más bien patrióticos y humanos y olvidando el aspecto jurídico. La Federación Española tiene su parecer sobre este punto. Podrán continuar en el fútbol español aquellos jugadores que se nacionalizaron antes de adoptar la medida restrictiva, es decir, antes de 1976. Los que adquirieron la doble nacionalidad después de esa fecha sabían ya a qué se comprometían, al igual que sus clubs.

La economía de los clubs, por otra parte, no deja de estar afectada por este tema. Los jugadores extranjeros encarecen el mercado nacional y los clubs pagan las consecuencias a base de talonarios. El ahorro no existe en este campo. La Federación intenta regular la economía de los clubs. Pero éstos defienden sus intereses. Ellos, los clubs, son los que mandan en la Federación. La solución sería la propuesta del Atlético de Madrid: los clubs no deben estar representados en la Federación. Pero el presidente de la misma se opone. Sus razones tiene para ello.

Además, por si los problemas económicos que afectan al fútbol fuesen pocos, la Asociación de Futbolistas ha logrado que se preocupen seriamente de sus reivindicaciones. El asesor laboralista de la Federación informó ayer de las negociaciones con la Asociación a los gerentes de Primera, reunidos en sesión de trabajo. Los clubs, a quienes también se les planteó esta problemática en la cena del miércoles, han confiado su representación en el órgano federativo. Prácticamente está decidida la comisión que se encargará de negociar los temas con la Asociación. Se trata del directivo de la Federación José Luis Vilaseca, junto con Jesús Ortega, directivo del Atlético de Madrid, y de los gerentes Antonio Calderón, del Real Madrid, y Fernández Trigo, del Coruña.