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Nueva amenaza de huelga de gasolineras

Las negociaciones para el convenio de gasolineras, que por parte de las centrales llevan adelante CCOO y UGT, quedaron ayer aplazadas durante 48 horas a petición de éstas para estudiar la postura a adoptar ante la negativa de la patronal a negociar hasta que CAMPSA les revise las comisiones que actualmente reciben por la venta de los productos expendidos por el monopolio.De persistir la negativa patronal a negociar las centrales están dispuestas a ir a la huelga a finales del presente mes.

Los trabajadores reivindican, entre otras mejoras, un aumento lineal de 8.190 pesetas, lo que supondría situar el salarlo diario en 973 pesetas, frente a las setecientas en que actualmente está fijado desde la firma, ahora hace un año, del convenio aún en vigor.

Piden también el reconocimiento de la peligrosidad en el trabajo nocturno, plus de nocturnidad y una plantilla mínima de dos trabajadores de servicio y un vigilante, así como amnistía laboral y reconocimiento de los derechos de acción sindical en la empresa.

Como argumentación obrera en defensa de sus reivindicaciones, la comisión deliberadora del convenio señala que las empresas concesionarias de las estaciones de servicio son las únicas que no han presentadoni un solo expediente de crisis, «lo que demuestra la buena salud de su economía», según los trabajadores.

Los empresarios quieren más comisión

Por su parte, los empresarios -que, también según los trabajadores, sólo contabilizan los beneficios por la venta de gasolina pero no los ingresos por venta de aceites, recauchutados y otros productos afirman su imposibilidad de atender las peticiones de los trabajadores sobre la base de que «en este tipo de negocios, los empresarios no pueden repercutir los aumentos de costos que se producen en sus explotaciones, en tanto en cuanto no se modifiquen sus ingresos, que están constituidos por una cantidad fija por litro vendido que determina el Gobierno».Asimismo, la patronal, representada por la Confederación Española de Estaciones de Servicio, niega que utilice la presión obrera a que da lugar su negativa en la negociación como medio de obtener de CAMPSA el solicitado aumento de comisiones.

Una prórroga hasta noviembre

Los propietarios de estaciones de servicio pretenden prorrogar la vigencia del actual convenio hasta el próximo primero de noviembre, fecha prevista para la revisión de las comisiones que hoy tienen fijadas por CAMPSA.En apoyo de esta pretensión, los empresarios señalan que en el período 1970-77, las comisiones subieron un 281%, mientras que los salarios seguros sociales lo hicieron en un 666%, «lo que tiene a todas las empresas del ramo al borde de la quiebra». Recuerdan también que la última revisión de las comisiones se hizo en noviembre del pasado año, y no en el mes de abril de 1977, como se había comprometido CAMPSA.

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