La inversión, única variable en alza del sector eléctrico durante 1977

El consumo interior bruto de energía eléctrica durante 1977 se elevó a 2.384 kWh por habitante, lo que supone un incremento sobre el año precedente del 3,34%, tasa muy inferior a la registrada en etapas anteriores, según los datos que se incluyen en la memoria de Unesa, referente a las actividades del sector eléctrico durante el pasado año.

Las previsiones del sector sobre la demanda futura indican que no se esperan crecimientos próximos superiores al 6,7%, pero sí se espera que este ritmo sea superado una vez que la economía en su conjunto recupere parte de los ritmos de desarrollo perdidos en los últimos años.La memoria de Unesa, que por razones puramente temporales, no tiene en cuenta el Plan Energético Nacional, actualmente en elaboración, pone de relieve que los ritmos de la inversión en el sector no han experimentado una disminución acorde con la variación del ritmo de crecimiento de consumo «y ello es prueba de que por parte de las empresas se está, asegurando hoy el desarrollo futuro posible de energía, de forma que la recuperación no se estrangule por falta de un bien básico».

Sobre el consumo neto de energía eléctrica durante 1977, éste alcanzó, según el balance provisional, 78.361 GWh, lo que supone un crecimiento sobre el año anterior de un 4,38%, frente al 7,13% que hubo de incremento entre los años 1975 y 1976. Esta tasa de crecimiento que se alcanzó durante 1977 es notablemente inferior al 11% de crecimiento medio anual acumulativo, que se vino registrando en España en los años anteriores a 1977.

Por lo que respecta al crecimiento de los ingresos totales por venta de energía en pesetas corrientes, éste ha supuesto un 18% sobre 1976, frente a un 25% que hubo en 1976 sobre 1975. En pesetas constantes, se observa en 1977 una disminución del 7% respecto del ejercicio anterior.

La memoria dedica un capítulo a las inversiones del sector, aunque éstas hacen referencia al ejercicio de 1976. En este sentido cabe resaltar que el volumen de recursos financieros nuevos (excluido el importe correspondiente a la regularización de balances) asciende. a 181.858 millones de pesetas. Esta cifra supone sobre 1975 un incremento del 51%.

En este capítulo la memoria de Unesa omite varios datos considerados importantes para poder conocer con exactitud la marcha del sector y así, al aludir al endeudamiento externo de éste, el informe pone de relieve que durante 1976 se ha seguido acudiendo a los mercados de capitales de una manera prudencial, y sólo al ritmo necesario para atender las necesidades de inversión en curso.

Sobre el tema de inversiones, el informe señala que hay que tener en cuenta la necesidad de realizar las instalaciones de centrales nucleares ya en curso, y que son, como es sabido, la única fuente alternativa a medio plazo para reducir el fuerte consumo de fuel-oil y atender al crecimiento previsto de la demanda de energía.

Al cierre del ejercicio de 1976, la cifra de inversiones acumuladas del sector eléctrico asciende a 1,3 billones de pesetas, de los cuales 319.183 millones son debidos al proceso de regularización de balances efectuados por las sociedades.

Respecto a la estructura de las fuentes financieras, se mantiene una tendencia análoga a la de los últimos ejercicios. El 80,37% de las inversiones totales del sector están financiadas con recursos obtenidos del mercado financiero y de capitales, correspondiendo el 37% a emisiones de acciones y el 43,37% a los fondos procedentes de emisiones de empréstitos, préstamos nacionales y extranjeros, tanto a corto como a largo plazo. En este ejercicio, los fondos provenientes de amortizaciones suponen el 19,03%, no alcanzando el 1% los fondos procedentes de reservas con cargo a beneficios.

Desarrollo futuro

Uno de los capítulos de la memoria de Unesa está destinado a analizar el futuro del sector eléctrico y, tras resaltar las coordenadas de los últimos cuatro años, pone de manifiesto que en lo referente al abastecimiento y a la seguridad de suministro, la meta ha de cifrarse en reducir en lo posible la dependencia del petróleo, como medio para contener los costes de producción, aliviar la balanza de pagos y diversificar las fuentes de suministro, lo cual, en la práctica, se traduce en utilizar hasta el máximo razonable los recursos autóctonos, por una parte, y, por otra, en impulsar la energía nuclear, que es la única que ofrece posibilidades reales de sustitución masiva de petróleo en la actualidad.Desde el punto de vista de la demanda, continúa el informe de Unesa, es opinión generalizada que se ha de tratar de moderar el consumo en lo posible, sin estrangular actividades productivas, promoviendo para ello el ahorro energético y, en general, el uso racional de la energía, siendo además recomendable que estas medidas se apoyen y complementen con un sistema tarifario que responda a los costes reales de producción. Cabe también esperar que en los próximos años, la participación de la electricidad en el consumo energético global crecerá a consecuencia de la implantación de la generación nuclear, cuyo aprovechamiento se llevará a cabo fundamentalmente a través de energía eléctrica.

El organismo eléctrico ofrece sus previsiones sobre el futuro del sector en cuanto a estructuras y porcentajes de participación.