Fuertes quejas de la EFTA contra la postura negociadora española

El Consejo de Ministros de la EFTA (Asociación Europea de Libre Cambio) tendrá, para la reunión que celebra la próxima semana, bastantes menos elementos concretos de lo que se esperaba sobre las negociaciones España-EFTA, cuya sexta ronda finalizó con una sesión plenaria y una conferencia de prensa en la que no se precisó ni reveló, ningún aspecto concreto del actual estado de las negociaciones.

La delegación española sigue teniendo por toda respuesta que «hay problemas, pero se realizan progresos». Los representantes de los paises de la EFTA, que tampoco se caracterizan por su apertura en sus declaraciones, han hecho saber, sin embargo, por vía de «apreciaciones oficiosas», que hay muchas más divergencias que progresos y que prácticamente las ne:gociaciones multilaterales para establecer un acuerdo de reducción progresiva de tarifas aduaneras están estancadas.

De fuentes de la EFTA se ha sabído que para los miembros de los siete países que la integran (Suecía, Noruega, Suiza, Islandia, Finlandía, Austria y Portugal), ha resultado inexplicable que el Gobierno español haya reemplazado por otro funcionario a Carlos Gamir, director general de Relaciones Económicas Internacionales que encabezaba por España estas negociaciones hasta hace pocas semanas. Más inexplicable es aún que el funcionario que lo reemplazó, Miguel Aldasoro, no se haya hecho presente en Ginebra en esta ronda de trabajo, fijadajustamente para esta semana, en vísperas del Consejo de Ministros de la EFTA. Según estas versiones «los españoles no son buenos negociadores» y España no tendría «mucho apuro» en llegar a,un acuerdo, mientras que no todos, pero la gran mayoría de los países de la EFTA abrigan esperanzas en el mercado español.