Dos mil millones de pesetas perdidos por la huelga de hostelería de Málaga

La huelga de hostelería de la Costa del Sol entró ayer en un callejón del que todo parece indicar que le va a costar mucho salir. Las posiciones se han radicalizado y la situación es confusa. Por una parte, la mayoría de los empresarios llevaron adelante ayer el acuerdo de lock out cerrando sus puertas por la mañana a los trabajadores, cuando éstos intentaban incorporarse a sus puestos una vez finalizado el paro de 48 horas decidido por la comisión negociadora.«Entendemos -decía ayer a EL PAIS un portavoz de UGT- que la decisión de lock out es demasiado seria como para que los empresarios la tomen tan alegremente. Mi central sindical, desde luego, no está dispuesta a sentarse a negociar en esta situación.» Para los trabajadores el lock out es ¡legal, pues entienden que éste debe desaparecer tan pronto como dejen de existir las causas que lo motivaron.

Los empresarios no parecen dispuestos a ceder tampoco. Su portavoz ha declarado que las principales centrales sindicales han amenazado con una huelga de hostelería a nivel nacional si los hoteleros mantienen su decisión de cierre patronal. «A esta amenaza -ha agregado- los empresarios contestarían con la misma moneda: cerrando todos los hoteles.»

Al final de la larguísima reunión celebrada el domingo en el Gobierno Civil -doce horas- los empresarios presentaron una nueva oferta en la que se contemplaba un aumento de mil pesetas sobre la última hecha pública y una reducción en el plus llamado de responsabilidad familiar. Esta oferta fue discutida durante la mañana de ayer en todos los centros de trabajo. La decisión de cada uno de los hoteles fue llevada en un sobre cerrado a la asamblea de delegados celebrada por la tarde. A la hora de pasar esta información la asamblea no había terminado, pero, al parecer, la postura mayoritaria de los delegados era negarse a valorar la oferta empresarial hasta el fin del lock out.

Por lo que se refiere a cafés, bares y restaurantes, la jornada de ayer fue de normalidad. Durante los próximos días seguirán las negociaciones y de mantenerse el desacuerdo el viernes volverán a cerrar sus puertas hasta el lunes. Por otra parte, ayer se resolvió la huelga del sector de la alimentación. Los trabajadores han conseguido un aumento lineal de 4.000 pesetas, más otras 2.000 resultantes de repartir mensualmente una paga extraordinaria que tenían en octubre. Otro logro de estos trabajadores -muy importante- consiste en poder comprar los alimentos que precisen en sus casas a precio de coste.

Por lo que respecta al mundo turístico hay un pesimismo atroz. Se barajan algunas cifras de pérdidas en el sector por la huelga y se llega a hablar de cerca de 2.000 millones de pesetas. Son numerosos los vuelos charters que han sido desviados a otras zonas turísticas. Un cualificado hotelero mostraba su pesimismo al corresponsal de EL PAIS con las siguientes palabras: «Prescindiendo ahora de la justicia o injusticia de las peticiones sociales y de su viabilidad, hay algo claro: cada seis meses vamos a tener negociaciones del convenio y presumiblemente la situación de la huelga se va a repetir dos veces al año. En esta situación la Costa del Sol no tiene ningún futuro. Las grandes compañías de turismo procederán a desviar a su clientela a otras zonas turísticas y esto significaría la ruina de toda la zona.» En el fondo de toda la cuestión -y esto es algo que no dicen los empresarios, pero que no escapa a los trabajadores- no subyace sino la mala estructuración del sector turístico español.