La fórmula 1 llega a Europa

Este fin de semana, el circo de la Fórmula 1 llega a Europa. Tras su gira por Surámerica -Argentina y Brasil-, Suráfrica y Estados Unidos, los equipos han pasado al viejo continente para cubrir la parte más importante del calendario del Mundial. En Montecarlo, ciudad íntimamente ligada con la competición del motor, se va a disputar la primera de las carreras europeas.

Por lo visto en las cuatro pruebas disputadas hasta ahora, dos son los vehículos que están esta temporada más a punto. El Ferrari, -casi diríamos que como siempre- y el Lotus, al que la mala fortuna y la agresiva forma de pilotar de Andretti privó en la pasada temporada de un triunfo más que probable.La gran ventaja del Ferrari en este año radica en sus ruedas. Pese a que a los no aficionados les pueda parecer un tanto extraño que la su premacía de un monstruo de estas características pueda radicar en una cosa tan simple como son las ruedas, cuando la mecánica, la aerodinámica o la conducción del piloto parecerían factores muchísimo más importantes a la hora de valorar un equipo, son precisa mente las nuevas ruedas Michelin, que Ferrari monta en exclusiva -si se deja de lado al Renault, que sólo actúa esporádicamente-, las que le han dado su actual supremacía.

El éxito obtenido por el argentino Reutemann, líder provisional del campeonato, se ha basado, fundamentalmente, en la calidad de sus ruedas. Cuando los técnicos de Michelin, con casi nula experiencia en este tipo de competición, han podido adaptar al vehículo las ruedas óptimas, la victoria del Ferrari ha sido incuestionable. Esto ha sucedido en dos de las cuatro carreras celebradas hasta el presente, Brasil y Estados Unidos, en las otras dos, Argentina y Suráfrica, la diferencia ha sido abismal, y Reutemann no ha podido sumar ni un solo punto.

El problema que tiene Montecarlo para los técnicos de Michelin, de cara a la correcta adaptación de los neumáticos más apropiados, es que se trata de un circuito urbano. Por ello no pueden realizarse entrenamientos previos, ya que el circuito permanece abierto al tráfico urbano hasta hoy, día en que comienzan los entrenamientos oficiales.

Si los técnicos de Michelin aciertan con las ruedas apropiadas, difícilmente se le escapará a Carlos Reutemann su tercer triunfo de la temporada. Como dato a tener en cuenta es preciso recordar que el último gran premio celebrado, y en el que Lole venció con gran autoridad, se celebró en un circuito urbano, en la ciudad de Long Beach.

Si las ruedas Michelin no dan a Ferrari la ventaja que se espera, el triunfo debe ir a parar, lógicamente, a uno de los Lotus. Estos son los que parecen los más fuertes oponentes de los Ferraris, tanto por la calidad de los monoplazas como por el buen momento de forma por el que atraviesan sus dos pilotos, Andretti y Peterson. Entre ellos cualquiera puede ganar, porque el duelo que mantienen parece más propio de rivales que de compañeros de equipo.

Además de estos hombres y estas máquinas, muy pocos más pueden optar al triunfo. Salvo que surja una auténtica sorpresa, a los ya citados hay que añadir sólo a Lauda y Hunt, que siempre pueden resurgir de nuevo.

La clasificación, hasta el momento, está encabezada por Reutemann, con dieciocho puntos, seguido por Andretti.