Posible dimisión del presidente y el secretario general del PSUC
«Negamos rotundamente la dimisión del secretario general y del presidente del Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC)», manifestó a EL PAIS el portavoz oficial de dicho partido. Afirmó también que «tampoco ha dimitido ningún otro miembro del comité ejecutivo, ya que el Comité Central del PSUC, órgano ante el cual deberían dimitir, no ha recibido ninguna comunicación en este sentido». La misma fuente agregó que, de producirse dimisiones en la dirección del PSUC, éstas deberían tener lugar ante el pleno del Comité Central, el cual se celebrará durante todo el día de hoy y de mañana.
Varios medios informativos daban ayer por cierta la dirnisión de hasta diez miembros del comité ejecutivo del PSUC, integrado por veintisiete personas. Entre los dimitidos figuraban las más destacadas figuras de la tendencia histórica -Margarita Abril y Josep Serradell (Román)- y de la tendencia leninista, así como el secretario general y el presidente del PSUC, Gutiérrez Díaz y López Raimundo, respectivamente.No hay ni la más leve duda de que en los últimos años han sido varios los miembros del comité ejecutivo del PSUC que han utilizado la palabra dimisión. Pero la duda está en saber si la formalizarán hoy o mañana. Lo que sí es seguro es que la posibilidad de dimisiones más o menos importantes puede ser utilizada como elemento de presión.
La palabra dimisión fue utilizada por determinados históricos y por algunos leninistas en la conferencia del PSUC del pasado fin de semana, cuando miembros de estas dos tendencias pertenecientes al comité ejecutivo solicitaron poder votar, como simples delegados, en favor del leninismo, para lo cual se mostraron dispuestos a dimitir de inmediato del comité ejecutivo, organismo que ya se había pronunciado contra el leninismo. Es precisamente el haber roto con la disciplina interna del comité ejecutivo lo que motivará agudos debates en el seno del Comité Central.
Sobre este particular, y como dato significativo, es de indicaique el histórico Josep Serradell estuvo durante gran parte de la citada conferencia entre los delegados, mientras que los restantes miembros del ejecutivo presidían las sesiones.
Por su parte, Diario 16 se refería ayer a la inminente sustitución de su cargo de secretario general de las CCOO obreras catalanas de Josep-Luis López Bulla, quien también forma parte del comité ejecutivo del PSUC. Como se informó ayer a la inminente sustitución de su cargo de secretario general de las CCOO catalanas se inclina por la tendencia leninista. López Bulla votó junto con esta tendencia, pese a que hasta el presente siempre había adoptado una actitud extremadamente prudente, evitando todo enfrentamiento con los eurocomunistas puros de la dirección.
Nota de CCOO de Cataluña
CCOO de Cataluña emitió, con relación a la información del citado rotativo, una nota oficial que llevaba el significativo título de «CCOO ante la crisis del PSUC». Curiosamente, pese a afirmar que «salía al paso» de dicha información, resultaba que en su texto no la! desmentía.
La nota afirmaba «la absoluta independencia del sindicato», precisando que «CCOO no adoptan, en tanto que tales, posiciones en favor o en contra de ninguna corriente en cualquier caso de los grupos políticos en que militen sus afiliados». El escrito contenía una afirmación a todas luces sorprendente: «Las CCOO de Cataluña, como movimiento socio-político que es, observa con interés e inquietud cualquier debate o vicisitud que afecte a un partido obrero.» La sorpresa era producida por la definición de CCOO como «movimiento socio-político», por cuanto que tal expresión fue sustituida por la de «central sindical», en el ya lejano otoño de 1976. Precisamente el debate que suscitó aquella transformación acaba de reabrirse con la dimisión de Isidor Boix como miembro del Comité Central del PCE y del partido.
Difícil pronóstico
El desenlace de la grave crisis está en el aire. La dificultad de los pronósticos es muy marcada, por cuanto que los principales dirigentes del PSUC eran anoche ilocalizables, al ir de una reunión a otra. En estas circunstancias, querer negar la gravedad de la crisis, como hacía sólo dos días atrás un periodista militante del PSUC, es un absurdo.
La solución se perfilará claramente el lunes, día para el cual el PSUC ha convocado ya una rueda de prensa para dar cuenta de las resoluciones del Comité Central. Una de las pocas fuentes localizables, Isidor Boix, recién dimitido del PSUC y del Comité Central del PCE, afirmó a EL PAIS que, en su opinión, se producirá un nuevo pacto entre las posturas antagónicas. Afirmó en concreto que «habrá un nuevo pacto, lo cual implica un frenazo a la marcha hacia el eurocomunismo».
En cambio, los leninistas, a través de un portavoz cualificado, manifestaron su temor ante la posible organización de un nuevo congreso del PSUC a partir de formas de designación de los delegados, que implicarán una «liquidación del partido». Esta tendencia, no obstante, afirma que «la victoria sindical de CCOO en las pasadas elecciones reduce enormemente la posibilidad de maniobra de los bandera blanca, particularmente en el terreno sindical, que puede ser decisivo».
También con relación a CCOO, es de señalar que Francisco Gordillo, representante de Tarrasa en la dirección de las mismas, desmintió que estuviera en favor de las posturas bandera blanca, de fusión o trasvase a UGT, precisando: «Junto con toda la dirección de las CCOO de Cataluña estoy por el fortalecimiento de nuestro sindicato en tanto que central, y ello desde el primer momento». En términos idénticos se dirigió a EL PAIS el representante de Tarragona en la dirección de CCOO, José Estrada.
Finalmente, Jordi Borja, miembro del comité ejecutivo del PSUC, destacada figura bandera blanca, junto con Solé-Turá, tomó parte, junto con Ernest Mandel, en un debate sobre eurocomunismo, con motivo de la aparición de un libro de este último sobre el tema. Borja afirmó, entre otras cosas: «Los partidos eurocomunistas no queremos una sociedad que se divida en dos, porque no tenemos moral de derrota. La clase obrera organizadada, por un lado, y el capitalismo, por otro, es ir al desastre».
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