CCOO de Cataluña apoya al sector leninista del PSUC

Dirigentes de Comisiones Obreras de Cataluña, pertenecientes a la tendencia leninista del Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC) informaron a EL PAIS que durante largo tiempo la tendencia bandera blanca del mismo partido se opuso a la conversión de CCOO en una central sindical, cuando éstas eran un «movimiento sociopolítico». Asimismo, vincularon directamente las posiciones políticas de los bandera blanca Jordi Borja y Solé-Turá con la postura sindical de Isidor Boix, cuyo abandono del partido fue revelado ayer por EL PAIS.

Preguntado por esta posible coincidencia, Isidor Boix manifestó a este periódico que, en efecto, «mi análisis a nivel sindical es próximo al que efectúan los bandera blanca a nivel político».En el último congreso del PSUC, los bandera blanca defendieron la militancia de los profesionales -concretamente de sanidad y enseñanza- en los sindicatos especificos del sector, mientras que los leninistas se mostraban decididamente partidarios de una única militancia sindical, en CCOO. La dirección del PSUC se opuso a una confrontación abierta al respecto y pospuso el debate a realizar en el seno del Comité Central.

Actualmente, las posturas bandera blanca serían extremadamente minoritarias dentro de las CCOO catalanas, donde el predominio de la tendencia leninista es prácticamente total. Solamente defenderían posturas bandera blanca, en el seno de CCOO, el representante del Bajo Llobregat, Carlos Navales; el de Tarrasa, Francisco Gordillo, y el representante de Tarragona.

La tendencia leninista acusa actualmente a la bandera blanca de ser partidaria de la unidad a cualquier precio con la Unión General de Trabajadores (UGT) e incluso de un ingreso comunista masivo en esta central, manteniendo CCOO a nivel testimonial. Un destacado leninista afirmó al respecto «hay una contradicción entre el eurocomunismo radical de los bandera blanca y la dirección mayoritariamente comunista y obrera de CCOO».

Este mismo problema es abordado en un escrito de Isidor Boix, que afirma que la unidad de los trabajadores como clase social «pasa hoy, a mi entender, por la unidad consecuente en la acción y por un proyecto de unidad orgánica, esencialmente de CCOO y UGT».