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Barricadas contra la suspensión de pagos en Ascon

Con barricadas, hogueras y algún vehículo incendiado respondieron ayer los trabajadores de Ascon al anuncio de su dirección de proceder a la suspensión de pagos, decisión que se interpreta como una medida cautelar de la empresa para evitar el riesgo que supondría el posible embargo por cualquier proveedor. Los incidentes, en los que participaron numerosos jóvenes ajenos a la plantilla de Ascon, se desarrollaron a lo largo de la tarde por el centro de Vigo y ocasionaron la repetida actuación de la policía, que, al parecer, practicó algunas detenciones.En opinión de líderes obreros, sin embargo, esta acción pretende afianzar la posición del grupo Pérez Maura, que desde hace un año controla el complejo fabril, en las negociaciones que se llevan a cabo para la readmisión de 38 obreros, de ellos dieciséis cargos sindicales y la reapertura de los dos astilleros, cerrados desde la última semana de febrero.

Ascon, con 1.850 trabajadores en plantilla, ha reducido considerablemente sus puestos de trabajo en los últimos tiempos. El grupo Pérez ,Maura, que está vinculado también a Astilleros del Atlántico, Naviera Pinilla, Unión de Levante y otras empresas, ha actuado con extraordinaria inflexibilidad en los numerosos problemas surgidos durante el último año. El actual conflicto surgió con el despido, el 14 de febrero, de un obrero que se insolentó con un encargado, despido que motivó la solidaridad de los trabajadores de las dos factorías de la ría de Vigo, que inmediatamente fueron cerradas por decisión unilateral de la empresa.

La suspensión de pagos no ha sorprendido en medios bancarios. Actualmente Ascon tiene pocos créditos, no obstante lo cual se estima que sus deudas pueden cifrarse muy por encima de los mil millones de pesetas. Se considera una medida cautelar oportuna, aunque llevará aparejado un expediente de regulación de empleo que podría afectar casi a trescientos trabajadores. Según medios empresariales, la buena cartera de pedidos de Ascon, con más de veinte barcos, hace previsible que podrá salvar la situación sin el deterioro que supondría el embargo por pequeños acreedores.

La suspensión coincide con la declaración de despido procedente del trabajador que fue origen del conflicto. Se produce también cuando, después de numerosos incidentes, las centrales sindicales USO, UGT, Comisiones Obreras e ING, a nivel de ejecutivas, han iniciado el diálogo para buscar soluciones al conflicto, después de las posturas inflexibles de la empresa.

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