Renfe, en Semana Santa

Consideramos denigrante que una empresa como Renfe, que en miles de ocasiones alardea de prestar servicios dignos a los españoles, no haya previsto, y por tanto puesto solución, a la gran avalancha de gente que en estos días de Semana Santa ha dejado Madrid en busca de un ambiente y una paz que la gran ciudad nos niega.Cuantos hemos salido estos días hemos tenido que sufrir un trato que no se da en el transporte de animales. Sin respetar ni considerar edades ni condiciones de los viajeros, Renfe ha aprovechado una coyuntura favorable para lucrarse al máximo, aumentando el 20% en sus tasas, nada económicas ya de por sí, al final de estas cortas vacaciones.

Pisoteados, aplastados y magullados como masa humana de que sólo importa obtener un beneficio monetario, hemos viajado sin esos «sesenta centímetros» que, según el artículo 41 de los derechos de todo viajero, aparece estampado grotescamente en las paredes de los vagones, para mayor indignación de cuantos hemos hecho o hacemos con frecuencia una escapada a la sierra o a las cercanías de Madrid. Porque este hecho se repite a diario y parece no dársele la menor importancia.

Exigimos que, como mínimo, se cumplan esos hipotéticos derechos que Renfe considera deben tener sus viajeros. Somos personas y no animales.