Autocrítica del Movimiento Comunista en la inauguración de su Il Congreso

Con una amplia autocrítica de su secretario general, Eugenio del Río, a la labor desarrollada por el partido durante estos dos últimos años, se inauguró ayer en la Universidad Autónoma de BiIbao el segundo congreso del Movimiento Comunista, al que asisten más de cuatrocientos delegados de sus distintas federaciones.La mayor presencia corresponde al Movimiento Comunista de Euskadi (EMK), ya que no en balde fue en el País Vasco donde surgió el partido.

La autocrítica hizo referencia al abandono excesivo y apresurado de la clandestinidad, a la introducción de algunos elementos teóricos no marxista-leninistas y a la escasa presencia del partido en el campo, en el mundo intelectual y en el aparato del Estado. Como tareas urgentes especificó, entre otras, las siguientes: mayor formación y cohesión ideológica de los militantes, reforzamiento de los movimientos unitarios de la izquierda revolucionaria, y profundización de las conquistas democráticas.

El señor Del Río juzgó como poco probable a corto plazo una vuelta al fascismo, no tanto porque la burguesía haya rechazado indefinidamente esta alternativa, sino porque las fuerzas más propensas al golpismo están bien situadas en el sistema actual, y a la burguesía le interesa tácticamente consolidar una democracia formal homologable con sus vecinos occidentales.

Entre los temas que se adivinan más polémicos en los nuevos estatutos del partido están la referencia expresa a la aportación ideológica de Mao Tse-Tung, la organización federal y la formación de una estructura autónoma de mujeres. Algunos sectores serían partidarios de no incluir ninguna referencia expresa en los estatutos al teórico chino y de reconocer el derecho a tendencia, que no figura en el proyecto.