Marchais se muestra más conciliador con los socialistas franceses
Con un nuevo llamamiento al Partido Socialista, el Partido Comunista francés modificó una vez más su táctica y pidió una reunión de las tres formaciones de la izquierda, antes de la primera ronda de los comicios legislativos del 12 de marzo, para negociar el programa, la formación del Gobierno y él problema capital de los desistimientos para la segunda vuelta. Otro sondeo, el martes, evidenció la estabilidad de las intenciones de voto de los franceses, favorables a la oposición, que obtendría un 50% del electorado, contra el 45% la mayoría actual de derechas.Anteanoche, en Reims, el secretario general del PCF, Georges Marchais, invitó con urgencia a los otros dos partidos de la izquierda, PS y MRG (Movimiento de los Radicales de Izquierda), a una reunión que se celebraría con anterioridad a la primera vuelta de las elecciones legislativas, el 12 de marzo, para negociar el programa que aplicarían, caso de victoria, la formación del Gobierno y, en consecuencia, los Ministerios que le serían atribuidos al PCF, y el desistimiento mutuo para la segunda ronda de los comicios legislativos, el día 19 de marzo.
Este llamamiento del PCF pudiera significar un nuevo giro de su campaña contra el PS, destinada a equilibrar la relación de fuerzas, hasta la fecha muy favorable a los socialistas.
Desde la celebración de su conferencia nacional, el pasado enero, los comunistas no han dejado de repetir que sería necesario en el escrutinio de la primera vuelta les aportase alrededor de un 25% del electorado para jugar la «disciplina republicana», del desistimiento en favor de los socialistas en la segunda vuelta.
El primer secretario del PS, François Mitterrand, el lunes habla reafirmado que no negociaría con los comunistas hasta después del día 19, cuando se conociese el resultado del escrutinio y la eventual victoria de la izquierda, pero ayer estimó que la proposición del señor Marchais era tanto como «abrir la puerta, hecho del que tomó nota».
Las controversias en el seno de la mayoría que gobierna no hacen más que configurarse con más precisión a medida que se acerca la hora de los sufragios. Estos últimos días han aparecido en los muros de toda Francia los carteles que anuncian la nueva sigla de la coalición giscardiana, UDF -Unión por la Democracia Francesa-, con la efigie del presidente de la República, Valery Giscard d'Estaing, para explicitar sin equívocos quién es el inspirador de la segunda tendencia de la mayoría. El primer ministro, Raymond Barre, refiriéndose a la UDF consideró su creación «necesaria, útil y deseable», mientras el líder de los gaullistas, Jacques Chirac, la estimó como «un error estratégico».
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