Proyecto de autonomía para Escocia
El Gobierno laborista consiguió anoche sacar adelante su proyecto de conceder una parcial autonomía a Escocia, al obtener una mayoría de cuarenta votos en la Cámara de los Comunes en el debate final, antes de que el proyecto pase a la Cámara de los Lores para su aprobación definitiva.Para poder salvar el escollo de esta tercera lectura del proyecto en los Comunes, el Gobierno tuvo que introducir el procedimiento de urgencia conocido por «guillotina», para acortar los debates y encajar varias derrotas parciales en enmiendas presentadas a su articulado.
El proyecto concede a Escocia el derecho a tener una Asamblea legislativa que intervendrá sólo en asuntos de gobierno local, siguiendo las decisiones de mayor cuantía controladas por el Parlamento de Londres.
Sin embargo, el sentir general de los parlamentarios es que el proyecto ha quedado deformado con las derrotas parciales hasta dejarlo casi inoperante en la práctica.
El mayor éxito conseguido por los partidarios de mantener la hegemonía central del Gobierno de Londres -entre los que figuraron muchos diputados Laboristas rebeldes- fue imponer que en el referéndum que se realice en Escocia para ratificar el proyecto autonómico haya de figurar por lo menos un 40% de los votos totales del electorado en sentido afirmativo, sin importar el número de los que voten.
Esto puede hacer casi imposible su aprobación por voluntad popular, dada la indiferencia que el proyecto tiene en el pueblo escocés, que lo considera insuficiente.
El Gobierno no tuvo dificultades en la votación de anoche, ganada por 297 votos contra 257, ya que no hubo rebelión laborista y tanto liberales como nacionalistas escoceses votaron a favor.
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