Debate sobre el caos, urbanístico del Gran Bilbao

Cuando se habla ya de la urgente revisión del plan comarcal del Gran Bilbao (área metropolitana y diecinueve municipios), aprobado en 1964, hay alguno de aquellos ayuntamientos que no han revisado todavía los planes parciales anteriores a ese año, dependientes del plan comarcal de 1940. Este breve ejemplo de interferencias de planes comarcales y confusión fue uno de los temas tratados ayer en Bilbao en una mesa redonda pública que con el título «El caos urbanístico del Gran Bilbao» organizó la comisión de control municipal de las asociaciones de vecinos de Bilbao.

Para que el ambiente de caos fuera total, los representantes del Ayuntamiento, Corporación del Gran Bilbao, delegaciones de Obras Públicas y Vivienda -el de la Diputación no acudió- debieron soportar un embotellamiento de media hora de duración en la plaza de Indauchu (allí está situada la iglesia donde se celebró el debate) antes de poder aparcar sus coches. Ello obligó a un retraso en el comienzo de la mesa redonda que se convirtió en otro caos más por la incapacidad de los responsables del caos urbanístico de Bilbao para explicarlo.

Balones fuera

Al final de la mesa redonda el moderador diría: «La ley es elástica y se estira y se encoge según quien la coja.»Esta podría ser un poco la conclusión de lo oído en la iglesia del Carmen, de Bilbao. Los representantes del Ayuntamiento delegaciones de Obras Públicas y Vivienda no pudieron hacer otra cosa que «echar balones fuera».

Uno de los temas más debatidos fue el plan comarcal de Bilbao, aprobado en 1964 sin una ordenación de etapas fijada claramente. El representante del organismo denominado Gran Bilbao aclaró que aunque el concepto de plan de etapas se introdujo a nivel doctrinal en la ley del Suelo de 1959, el plan comarcal del Gran Bilbao no lo contempla como plan efectivo. «Aquí -señaló- se resolvió ese problema con la improvisación. Se ha intentado cumplir y en casos se ha impuesto de forma aplastante la realidad que ha traído las relaciones urbanísticas urgentes.»

Señaló el abogado del Gran Bilbao, Miguel Rodríguez Viadas, que el plan comarcal de 1964 debe ser revisado hoy para readaptarlo a la realidad. «La no actualización de los planes parciales de alguno de los diecinueve municipios anteriores a la aprobación de la ley Comarcal de 1964 ha supuesto un error y ha traído el caos. Pero la semilla del error estaba en el propio plan comarcal, que no exigía tajantemente esa revisión.»

Uno de los representantes de asociaciones de vecinos preguntó a los representantes de la Administración central el destino de los millones previstos en el plan comarcal para proyectos como el túnel de Archanda (sin construir), el puente de Rontegui (obras iniciadas hace dos semanas) y las soluciones centro y sur (terminadas con años de retraso). De un total de 8.655 millones previstos en el plan comarcal, 1.824 estaban destinados a la Administración local; 714, al sector privado, y el resto, 6.115, a la Administración central.

Tras un gran revuelo de idas y venidas del micrófono -ninguno de los representantes de la Administración local se atrevía a contestar- tomó la palabra un ingeniero de la Jefatura Provincial de Carreteras como representantes, de Obras Públicas, que por toda contestación dijo: «Eso eran planes, pero nadie ratificó con avales económicos esas previsiones. Hasta ahora se ha visto que un plan previsto sin aval político o económico es utópico y aquí ha habido muchos planes sin avales. De todas formas, si echamos mano del presupuesto del Estado habrá un activo y pasivo que coinciden.»

Se produjeron también en la mesa redonda ataques al Ayuntamiento de Bilbao por no haberse preocupado de poner a salvo las zonas verdes de la ciudad de las iniciativas privadas (casos de la zona de Zabalburu y el barrio de Ocharcoaga).

El teniente de alcalde del Ayuntamiento de Bilbao y presidente de la Comisión Municipal de Urbanismo, señor Ibinarriaga, aseguró que en los dos últimos años en que él ocupa el cargo no se ha construido ni un solo metro cúbico en zona verde de Bilbao.

El representante del Ayuntamiento de Bilbao debió defenderse de las duras acusaciones que se hicieron a aquel organismo por el escaso control ejercido sobre los planes parciales realizados por la iniciativa privada en donde se había producido abundante especulación.

La mesa fue preguntada por un vecino en torno a la petición de 12 .000 viviendas sociales para el Gran Bilbao paralizada desde hace años. El representante del Ayuntamiento recordó una vez más la falta de tesorería del mismo. Contestó también a la pregunta el representante del Ministerio de la Vivienda, quien dijo: «El problema radica, en que a los constructores no les interesa este tipo de viviendas porque no deben ser rentables para ellos. No tenemos poder para obligarles.»