Carrillo: "Tierno aceptó unirse con el PCE en las municipales"

«Hace dos meses, después de que el PSOE no aceptara presentar listas conjuntas de cara a las elecciones municipales, me entrevisté con Enrique Tierno, y éste propuso la unidad en las municipales entre el PCE y el PSP, para apoyar su candidatura a la alcaldía de Madrid», dijo el secretario general del Partido Comunista de España, Santiago Carrillo, durante un coloquio que mantuvo ante 1.500 universitarios en el Colegio Mayor San Juan Evangelista, de Madrid. «Ya habíamos conseguido candidaturas unidas en Asturias, Valencia y Andalucía -añadió-, y con el acercamiento de Tierno hacia el PSOE esta unidad se vino abajo.»

Durante el coloquio, en el que curiosamente nada se dijo sobre la Universidad, Santiago Carrillo se refirió de nuevo a la polémica con Jorge Semprún. «Si yo hubiera sido Claudín o Semprún -dijo- y pensara que el Partido Comunista está defendiendo ahora la política que yo propuse años atrás, yo volvería de nuevo a ingresar, orgulloso, en el PCE, aunque se hubiera cometido una injusticia conmigo. Lo que ocurre es que el PCE no hace ahora la política que ellos defendían.»A la interpelación de uno de los asistentes de que el señor Carrillo había expulsado a los dos disidentes, el secretario general del PCE contestó: «Yo no les expulsé. Lo hizo el Comité Central, por amplia mayoría. Es más, ellos dimitieron antes de que terminara en el seno del partido la discusión sobre el tema, y yo les pedí personalmente que siguieran en sus puestos, que aceptaran la decisión de la mayoría. Y si después, al cabo de unos años, el tiempo les daba la razón, tanto mejor.» El señor Carrillo anunció además que, en cuanto estuviera «liberado» de la tarea política, escribiría unas memorias «en las que voy a decir tantas cosas -dijo sonriendo- y de tanta gente, incluido Jorge Semprún, que muchos se van a quedar más sorprendidos de lo que se creen: no he olvidado nada».

El señor Carrillo volvió a insistir anoche en su conocida tesis, de practicar una política de concentración nacional, a fin de consolidar la democracia en España y poder hacer frente a «esos poderes que no asimilan el cambio, y que se están moviendo por su cuenta, más o menos activamente».